VILLARREAL CF

La crónica | Gerard Moreno termina con el maleficio del Villarreal a domicilio en Almería (0-2)

El Submarino vuelve a ganar cuatro meses después fuera de casa con orden defensivo, un fútbol brillante y dos golazos del barcelonés y de Morales

Gerard Moreno (d), junto a Samu Chukwueze (i), celebra el primer gol del Villarreal ante el Almería.

Gerard Moreno (d), junto a Samu Chukwueze (i), celebra el primer gol del Villarreal ante el Almería. / Carlos Barba

Cuatro meses después, el Villarreal CF ha vuelto a ganar este sábado fuera de casa. Lo ha hecho con autoridad, contundencia, seriedad y con un gran fútbol. El Submarino fue un bloque solvente, ordenado y con una idea clara de juego. Para ganar hay que defender bien y conservar el orden táctico. El imponente 0-2 pone a los amarillos otra vez al acecho de la plaza de Europa League y con la vista puesta en acercarse a la Champions League. Pero casi mejor que la victoria fue la buena imagen ofrecida, minimizando errores y avasallando al rival. Y el regreso de Gerard Moreno, que volvió a marcar un gol clave.

La llave a los niños de Miralcamp

A Quique Setién se le pueden discutir aspectos de su manual, pero lo que es incuestionable es que es un entrenador valiente y con personalidad. El técnico groguet le dio las llaves del juego de ataque a los niños de Miralcamp. Capoue se quedó en el banquillo y armó un centro del campo con Baena, Parejo y Terrats, éste últimos confirmando una vez más que la confianza y la responsabilidad que se le ha otorgado está más que justificada.

En ataque Chukwueze y Yeremy Pino rompieron una y otra vez al Almería por los flancos y en el juego interior. Pero lo más significativo es que el Villarreal volvía a ser un equipo fiable, sólido y bien armado tácticamente. Lejos la imagen de un bloque desordenado y anárquico de Elche o Mallorca. La orquesta de Setién volvía a interpretar una partitura acompasada y perfectamente armonizada. 

El Almería empezó el partido con una presión media en el campo del rival, pero al cuarto de hora, ya esperaba totalmente replegado al Villarreal. El dominio del Submarino era aplastante. Desde el cielo se veía un rondo gigante, con jugadores vestidos de amarillo moviendo la pelota y futbolistas de rojiblanco corriendo detrás de ella.

José Luis Morales celebra el segundo gol del Villarreal ante el Almería.

José Luis Morales celebra el segundo gol del Villarreal ante el Almería. / Carlos Barba

Más posesión y sin errores

No cometer errores y regalar goles había formado parte del sermón de Setién a sus jugadores y éstos lo interiorizaron perfectamente. El Villarreal tuvo paciencia para controlar el partido, generar un buen número de ocasiones de gol y mantener las espaldas bien cubiertas. Reina apenas tuvo que intervenir. Buena señal. Terrats, Foyth, Chukwueze, Morales... rondaron el gol, que se resistía.

La primera parte acabó con una posesión para el equipo groguet del 76%. El dato hablaba por sí solo, pero un dominio refrendado en la creación de numerosas oportunidades, pero las asistencias de genio de Baena no encontraron el camino del gol, quien al inicio del segundo tiempo hiló un pase diseñado con precisión milimétrica que dejó solo a Yeremy delante de Mariño con toda la portería para el canario, pero su tiro se fue al cuerpo del exportero groguet.

La alegría de los jugadores del Villarreal, que abrazan a Gerard Moreno tras anotar ante el Almería.

La alegría de los jugadores del Villarreal, que abrazan a Gerard Moreno tras anotar ante el Almería. / Carlos Barba

Gerard irrumpe con un golazo

Con el Almería apilando jugadores delante de su área, el Submarino continuaba su acoso y derribo del muro almeriense, que se mantenía firme. Y Setién echó mano del as que se había guardado para la segunda parte. Todo quedaba supeditado al acierto de Gerard Moreno o la frescura de piernas de Capoue, con 22 minutos por delante para que el abrumador dominio del partido tuviera reflejo en el marcador. Los cambios hicieron efecto muy pronto. Apenas 6 minutos después de entrar en el campo, Gerard dejó su firma rematando de primeras un balón servido por Chukwueze. El Matador amarillo rompió el partido y demostró porqué es el jugador franquicia. El gol era el premio a un Villarreal que buscó el triunfo desde el minuto 1.Ycinco minutos después, otra vez con asistencia de Chukwueze, Morales de una volea perfecta sentenciaba el partido y presentaba la candidatura a Europa de un equipo que ha recuperado el pulso después de ganar al Getafe.

La ficha técnica

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