Informe Villarreal CF | Olympique de Marsella, la casa de los líos

Es uno de los clásicos del fútbol francés y el segundo club más laureado de Francia. El rival del Villarreal CF en los octavos de final de la Europa League, el Olympique de Marsella es una pudiente entidad que lleva décadas viviendo su propio déjà vu: enorme inversión económica, fracasos deportivos continuados y enorme crispación y presión de una masa social que tiene un sector tanto radical como peligroso. Pasan los años y el desembolso no se traduce en resultados. De hecho, el popular OM acumula diez años sin ganar un título (la Copa de la Liga de 2012) y no gana la Ligue 1 desde 2010, siempre a la sombra del PSG.

Los parisinos tienen 11 títulos ligueros y 48 en total, siendo el club más laureado de Francia, seguido por el Marsella, que tiene 9 ligas y 28 entorchados, con el Saint-Étienne como tercero con 10 ligas y 24 títulos totales.

ECONOMÍA

Club gastador que no escatima en gastos

Lejos quedan los tiempos en el que el propietario y mandamás era el controvertido Bernard Tapie, presidente desde 1986 hasta 1994, y que fuera ministro en el Gobierno de Francia. En la época más reciente, tanto antaño con propietarios franceses como Vincent Labrune o Jacques-HenriEyraud, como ahora con el el estadounidense Frank McCourt, el OM se caracteriza por gastarse auténticos dinerales en futbolistas para luego traducirse todo ello en fracasos deportivos.

Esta temporada ha invertido 79 millones de euros en jugadores solo conocidos por expertos en fútbol internacional y desconocidos para el público en general: Ilmane Ndiaye (17 millones de euros), Ismaïla Sarr (13), Quentin Merlin (10), Geoffrey Kondogbia (8), Faris Moumbagna (8), Luis Henrique de Lima (8), Amine Harit (5), Ulisses García (4), Amir Murillo (2,5), Joaquín correa (2 millones por su cesión más una opción de compra) y Rubén Blanco (1,5).

Y todo ello solo le sirve, tras ganar ayer al Montpellier (4-1), para ser 9º en la Ligue 1, ya que en Europa cayó de la fase previa de la Liga de Campeones ante el Panathinaikos y en la fase de grupos de la Europa League terminó segundo en el grupo de la muerte con el Brighton (1º), Ajax (3º) y AEK Atenas (4º).

MASA SOCIAL

La fuerte presión de varios grupos ultras

Todo ello deriva en un mal estar general entre la masa social, que se incrementa en la crispación que tienen fruto de los malos resultados varios de los diferentes grupos de ultras que tiene el OM. El actual presidente, el español Pablo Longoria, dos directivos también españoles traídos por el presidente como Pedro Iriondo o Javier Ribalta, e incluso Marcelino y su cuerpo técnico en su efímera etapa en Marsella el pasado verano, recibieron amenaza de los ultras, como le sucedió al exinternacional español Andoni Zubizarreta, que fue director deportivo entre 2016 y 2020.

BANQUILLO CONVULSO

Baile de entrenadores ejercicio tras ejercicio

Esas continuadas presiones externas han provocado que la paciencia sea muy corta y, a la mínima que nos resultados no se dan, los entrenadores son despedidos. Como ejemplo esta temporada, cuyo baile en el banquillo lo inició Marcelino García Toral, que se marchó a finales de septiembre, cuando llegó el italiano Gennaro Gattuso, destituido la pasada semana, siendo fichado el 20 de febrero el veterano francés de 70 años Jean-Louis Gasset.

LA PLANTILLA

Mucha calidad en todas sus líneas

Pero que nadie se confía, porque la plantilla tiene mucha calidad, con los metas españoles Pau López y Rubén Blanco, defensas como Chancel Mbemba, Bamo Meïté, Merlin o Clauss, centrocampista de trabajo como Kondogbia, Pape Gueye o Veretout, talento puro en la medular con los marroquíes Ounahi y Amine Harit, y la pólvora en ataque la pone el gabonés ex del Barça Pierre Aubameyang, que curiosamente ha llegado esta temporada gratis, el gran goleador del equipo con 16 goles y 8 asistencias entre Ligue 1, previa de Champions, Europa League y Copa.

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