Primera División

La crónica | El miedo de Díaz de Mera priva del triunfo al Villarreal en Sevilla (1-1)

El colegiado, a instancias del VAR, anula el gol de la victoria a Brereton Díaz en el descuento por una ‘faltita’

Baena disputa una pelota en el Sevilla-Villarreal.

Baena disputa una pelota en el Sevilla-Villarreal. / EFE/José Manuel Vidal

Ismael Mateu

Ismael Mateu

Una faltita, de esas que en el centro del campo no se pitan, de esas que en el área del equipo visitante tampoco se señalan, pero que si suceden en el Sánchez Pizjuán y en el área del Sevilla sí se pitan y te arruinan el trabajo de todo un partido. Eso es lo que le pasó este domingo al Villarreal, que sacó un meritorio empate en el coliseo hispalense (1-1) pero se fue con la sensación de que le robaron la cartera en el tiempo de descuento, cuando Brereton Díaz realizó una jugada magistral para establecer en 1-2 que nunca subió al marcador a instancias del VAR y por la cobardía de Díaz de Mera.

El árbitro del encuentro, que en directo no vio nada, acudió al VAR a instancias de Prieto Iglesias (colegiado del VAR) y no se atrevió a dar por buena la acción que él mismo no había considerado falta. ¿Por qué entra el VAR en una acción así? ¿Por qué el colegiado no tuvo la personalidad suficiente para dar validez a lo que vio? ¿Le habría anulado el mismo gol al Sevilla? Todos sabemos que no, guste o no guste.

El VAR se está cargando el fútbol por las decisiones de sus gestores y la cobardía de los árbitros de campo en España de no contradecir al colegiado del VAR. Y por culpa de ello salen perjudicados la mayoría de los equipos.

Este domingo le tocó al Villarreal y la semana que viene será a otro, pero es muy duro ver cómo le privan a un equipo de un triunfo trabajado y merecido en el Pizjuán.

Brereton marca el 1-2, que no subió al marcador.

Brereton marca el 1-2, que no subió al marcador. / EFE/José Manuel Vidal

Floja primera mitad

Con la expectación del regreso de Marcelino a un Sánchez Pizjuán donde las aguas andaban muy revueltas no se esperaba un inicio de partido muy trepidante. El Villarreal buscó desde el inicio conservar el esférico y llevar el peso del partido ante el siempre caldeado ambiente que ofrece la hincada sevillista en la caldera de Nervión.

El técnico del Submarino apostó el mismo once que ante Osasuna pero con la novedad de Santi Comesaña en la medular en detrimento de Étienne Capoue.

Precisamente el ex del Rayo Vallecano y Parejo tuvieron mucho trabajo en un primer acto insulso.

El doble lateral entre Foyth y Adrià Altimira funcionaba por la derecha, mientras que Pedraza era el fiel escudero que precisaba Álex Baena para liberarse y elaborar algunas de las escasas jugadas ofensivas que hubo en el primer acto, donde Gerard Moreno se movió bien entre líneas y Morales tuvo la única en una internada en la que no terminó de rematar.

Mientras, en el área amarilla Jörgensen, Foyth y Albiol abortaron los tres remates a portería de un Sevilla espeso y sin ideas.

Cuenca y Parejo vigilan a un contrario.

Cuenca y Parejo vigilan a un contrario. / EFE/José Manuel Vidal

Segundo acto prometedor

La segunda mitad arrancó con muy buenas sensaciones para los groguets. Nada más arrancar, Parejo ponía un balón espectacular entre líneas a Álex Baena, que solo ante Dmitrovic no acertaba a superarle en su intento de vaselina. Sin tiempo para respirar, Foyth se internaba en el área y poner un pase de la muerte a Morales que sacó la defensa rival. Parecía que el Submarino había comenzado a perderle el respeto a un Sevilla que pareció despertar tras dichos hachazos amarillos y avanzó líneas.

Fruto de ello, Lukebakio hacía lucirse a Jörgensen a la hora de juego. Pese a ello, el equipo amarillo sacó la casta y Gerard Moreno de cabeza, fuera, y Álex Baena, sacando Dmitrovic con el pie, estuvieron cerca de encontrar el gol.

Alternativas

El duelo se volvió loco en el último cuarto de hora. Primero, Kike Salas adelantaba al Sevilla en el 76. Pero un minuto después, Morales volvía a ejercer de Comandante para igualar el encuentro y dar vida al equipo.

Morales celebra el 1-1.

Morales celebra el 1-1. / EFE/José Manuel Vidal

La traca final llegó en el descuento, cuando Brereton Díaz marcó el 1-2 tras una gran jugada en la que su 'toquecito' sobre el defensa rival sirvió para que el árbitro, a instancias del VAR, se acobardara y privara de una victoria merecida del Villarreal en Sevilla

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