Si los vertederos tienen un coste económico alto, también tienen un elevado coste medioambiental, puesto que las basuras se tienen que emplazar en zonas que puedan ser aptas para estos usos.

De hecho, cada tonelada de basura ocupa, en vertedero, un metro cúbico. Así, pues si cada día se ocupan 350 metros cúbicos de basura, que van directamente a los vertederos (sin tener en cuenta los residuos que se tratan en la planta de Onda, puesto que de las 450 toneladas que llegan a diario, sólo el 60% es de rechazo).

"Es complicado pensar donde van los vertederos porque no todo el suelo es apto para albergar unas instalaciones de estas características. Además, el espacio que tiene que ocupar el vertedero se podría utilizar para otros usos", añadió Vicent Aparici.

Por otra parte, cabe destacar que una vez se clausura el vertedero, el espacio que ocupa tampoco es apto para todos los usos.