La presidenta de la Cámara de Comercio de Castellón, Lola Guillamón, valoró ayer que la nueva ley nacional de Cámaras “no es la que nos hubiera gustado, pero nos da un futuro”. Y es que, a nivel de ingresos, en la institución se echa en falta la anterior cuota obligatoria para las pymes, ya cambiada hace un tiempo por la aportación voluntaria. Con todo, Guillamón se mostró optimista y recordó que “la Cámara hace ya más de un año que se reinventó para ser una empresa de servicios, y ser la mejor en esto; y sé que vamos a salir adelante”.

Apuntó que si esta cuota de las empresas antes era el 60% de los ingresos, ahora ese porcentaje ha sido sustituido por los convenios con la Administración para prestar servicios gratuitos a empresas; y en un 40%, “que va al alza”, los servicios privados a las empresas.

En la nueva etapa, la Cámara se va a volcar en las pymes de Castellón “con asesoramiento en internacionalización, competitividad, FP Dual, arbitraje y la mediación, como novedad”. Para esta mediación, “más arraigada en la cultura anglosajona”, según la secretaria de la Cámara, María Jesús Arenós, expertos ayudarán a liberar “una Justicia atascada” para resolver conflictos empresariales.

Otra novedad es la denominación, Cámara Oficial de Comercio, Industria, Servicios y Navegación; y la pérdida de condiciones especiales del personal estatutario --menos de la mitad en Castellón--. Para ingresar más, figura alquilar parte de sus instalaciones “y hay interés de algunas empresas e instituciones públicas”.

Ahora la nueva ley debe adaptarse a la autonómica antes del 31 de enero del 2015 y luego hay tres meses para que entre en vigor, y luego se convoquen elecciones y se constituya el pleno. H