La implantación total del tercer hilo en el tramo del corredor mediterráneo entre Castellón y València no estará lista hasta finales del año 2020. Y eso siempre que los trámites recién iniciados con el anuncio de licitación de las obras por parte del Ministerio de Fomento y Adif sigan a rajatabla los plazos establecidos.

Y es que, según confirman fuentes de Adif a Mediterráneo, pese a que apurando los terminios sería posible comenzar las obras del tramo Sagunt-Castellón, que se licitará en los próximos meses, todavía durante este mismo año, esta opción se descarta porque implicaría que se solaparían con las que se acometen en la actualidad para instalar el tercer carril en el tramo entre València y Sagunt. La empresa pública prevé acabar estos trabajos hacia finales de año, con lo que, si no hay más retrasos, sería entonces cuando arrancarían los que permitirán llevar el ancho mixto a la segunda vía entre Sagunt y Castellón, que Fomento prevé que se alarguen durante 24 meses. De ser así, el proyecto concluiría en los últimos meses del ejercicio 2020.

El compromiso del anterior ministro, Iñigo de la Serna, siempre había sido que estos trabajos estuvieran finalizados a finales del 2019, aunque en abril de este mismo año fuentes de Adif reconocieron la dificultad de cumplir esas intenciones debido a que las obras todavía no tenían fecha de inicio. En ese momento alargaron los plazos hasta el 2020, algo que con el anuncio realizado el martes sí es posible si se cumplen las condiciones fijadas.

Desde Adif reconocen que los plazos de conversión de la vía entre Sagunt y Castellón --que costarán 55 millones-- se podrían realizar en un periodo de tiempo mucho más corto, pero que si se ha optado por un plazo de ejecución de dos años es porque «el grueso de las obras se realizará en horario nocturno para minimizar las molestias a los usuarios», que ya han sufrido afectaciones en las dos fases realizadas hasta la fecha. La primera se produjo entre los años 2015 y 2016 y permitió instalar el tercer carril en la primera de las vías (por ahí pasa el AVE) y la segunda es la actual.

Las mismas fuentes añaden que será inevitable que en determinados momentos haya «afectaciones», aunque estas se programarán en «fines de semana y en momentos en los que la demanda cae», como en verano.

Del cumplimiento de los plazos dependen otros dos proyectos vinculados al Corredor y que también son claves para lograr la ansiada mejora de las comunicaciones con Francia y el resto de Europa. El primero es la construcción de una nueva plataforma en ancho internacional, que es la que debe permitir reducir la saturación de las vías y que el AVE pueda circular a altas velocidades entre las capitales de la Plana y del Turia, algo que hasta el momento no ocurre.

La segunda es el fundamental tramo del corredor mediterráneo entre Castellón y Vandellòs (Tarragona), un proyecto del que todavía no se ha licitado ni el proyecto y que el Ministerio de Fomento no tiene previsto iniciar hasta que el ancho internacional no esté finalizado en la Comunitat. En la actualidad, estos 141 kilómetros solo cuentan con ancho ibérico, con lo que son un auténtico cuello de botella tanto para la circulación de pasajeros y mercancías. El otro problema es el túnel pasante de València, cuya construcción no tiene fecha de inicio, pues aún se están realizando estudios preliminares.