El sacerdote de la iglesia ortodoxa de San Nicolás, en Castellón, Adrian Nicodin, solicitará al obispo de Segorbe Castellón, Casimiro López Lorente, una capilla donde poder oficiar misa hasta que esté construida su nueva iglesia. En concreto, se trataría de la ubicada en la calle Sant Roc, que depende de Cáritas. Nicodin hizo estas declaraciones en la presentación de la fundación hispanorrumana Sfintul Nicolae que él preside.

Nicodin explicó que ha pedido una cita para hablar con el nuevo prelado para trasladarle sus propuestas. Aclaró que "el 90% de los rumanos son ortodoxos y hay 60.000 en la provincia, de los que 30.000 viven en la capital y alrededores". "En los últimos cinco años ha habido 1.300 bautizos de niños rumanos nacidos en Castellón, --añadió-- solo en la iglesia ortodoxa, porque también hay adventistas, baptistas y pentecostales".

En este sentido, recordó que actualmente disponen de un bajo alquilado por 1.200 euros mensuales, un dinero que no viene de Rumanía ni del Estado, sino de lo que aportan los fieles.

El presidente del centro cultural rumano, Daniel Ionita, dijo que esta instalación solo tiene capacidad para 300 personas, cuando en Pascua llegan a reunirse de 3.000 a 4.000 rumanos.

Por esta razón, entre los objetivos de la fundación figura la de edificar el templo ortodoxo, cuyos terrenos se conseguirán con las aportaciones de particulares, ya que, según explicó Nicodin, el Ayuntamiento de Castellón "no puede ofrecernos a nosotros y dejar a otros sin oferta", indicó.

Por ello, solicitarán apoyo financiero del Gobierno rumano y de instituciones españolas, así como colaboración de empresas con material o trabajadores. El templo, que costará más de 300.000 euros, según Ionita, tendría capacidad para 800 ó 1.000 fieles y se haría en dos años. Se planteó que fuera de madera, pero fue descartado por no ir con la arquitectura local y por miedo a incendios o actos vandálicos.

La fundación pretende ser "un instrumento de encuentro entre españoles y rumanos de distintas confesiones y ampliar espacios de convivencia entre las dos comunidades", explicó su vicepresidente, Miguel Llorens, quien, además, es responsable de inmigración por el PP.