El turismo de salud podría dejar millones de euros en Castellón. Y no solo en los balnerarios y centros termales de la provincia. También en los restaurantes y comercios. Se trata de un tipo de visitantes de alto poder adquisitivo que gasta entre tres y seis veces más que el turista convencional (cuyo gasto se estima en unos 40 euros al día), según los datos que manejan los principales operadores internacionales del sector.

De salir adelante la iniciativa que el miércoles anunció el presidente de la Diputación, Javier Moliner, que liderará un clúster de turismo y salud, Castellón podría atraer a miles de visitantes, fundamentalmente europeos, que demandan este tipo de turismo y que ahora viajan hasta países como Túnez, que en los últimos seis años (y a pesar de las revueltas) ha visto cómo la afluencia de visitantes que lo eligen para este tipo de terapias ha pasado de 250.000 a más de 700.000.

Que existe potencial lo demuestra el último informe Worl Travel Monitor (un sistema de información turística global). En ese estudio se detalla que los europeos realizan cerca de 9,4 millones de viajes al extranjero cada año para disfrutar de unas vacaciones de reposo en un balneario o en algún spa o bien para someterse a un tratamiento médico. Alemanes, rusos y franceses son los más aficionados a este tipo de viajes, siendo España uno de los destinos más populares. De hecho, las vacaciones de salud se han incrementado hasta casi un 40% durante los últimos cinco años.

La Diputación está decidida a dar el paso y ya ha marcado la hoja de ruta. La primera reunión de la comisión gestora se celebrará en menos de un mes y los siguientes pasos van a consistir en buscar financiación base, definir de dónde van a salir los recursos e incorporar a todos los empresarios interesados en el proyecto.

En una segunda fase se creará una agrupación de empresas, se definirá un plan estratégico y se pedirá financiación al Banco Europeo de Inversiones, que cuenta con programas específicos de apoyo al turismo de salud. H