Federico Morán, secretario general de Universidades del Ministerio de Educación, ha participado en el curso de verano que se celebra en el Hotel Termas Marinas El Palasiet de Benicàssim bajo el título El gobierno de las universidades. En una entrevista a Mediterráneo apunta que la universidad debería tener mayor flexibilidad para contratar y despedir profesorado. Además anima a las universidades a buscar financiación privada para sufragar la investigación y a replantearse las carreras con poca demanda.

--¿Tiene la universidad que replantearse la oferta de carreras con poca demanda?

-Sí. Tiene que replanteárselo la propia universidad, en la línea de la autonomía universitaria que se debería alcanzar. Si una universidad ve que en determinadas áreas no tiene respuesta, que no tiene alumnos, podría pensar reconvertirse, hacer algunos cambios. Apostar por otras titulaciones o reclinar profesorado. Aun así, debe haber excepciones. Por ejemplo, en algunas universidades de determinadas comunidades autónomas puede interesar mantener ciertas carreras, aunque tengan pocos alumnos. Pero en aquellas que no sean estratégicas, la oferta tiene que estar motivada por el rendimiento. En definitiva, que las propias universidades sean responsables de lo que ofrecen.

--¿Habría que reajustar las carreras a las demandas del mercado laboral?

-El Ministerio está trabajando ya en la realización de un estudio de empleabilidad sobre todas las titulaciones, cruzando la base de datos de las universidades españolas con las altas de la Seguridad Social de los últimos seis años. Esto nos va a dar una idea de qué grado de empleabilidad tiene cada titulación en cada universidad y en cada región. La Seguridad Social está realizando en estos momentos el estudio y nos va a devolver este cruce a final de verano, en septiembre, aproximadamente. Cuando lo tengamos, trabajaremos con indicadores y podremos crear un mapa de empleabilidad de todas las titulaciones españolas. De este modo, los alumnos, a la hora de elegir los estudios, podrán tener también este aspecto en cuenta, aunque no sea el más importante para su elección.

--¿Habría que replantearse los modelos de gobernanza universitaria actuales para las universidades?

-Hay que buscar el modelo más eficaz para cumplir con los objetivos de cada universidad.

--La universidad ¿tendría que replantearse sus fuentes de financiación en un contexto de crisis?

-Hay una fuente de financiación de la universidad pública que es la que sufraga la labor del profesorado, que es pública en todos los sistemas de financiación de las universidades públicas europeas y viene de los impuestos. Sin embargo, hay otra parte de la actividad investigadora que depende de fondos públicos. Habría que abrir el campo. La universidad tiene que intentar buscar fondos de financiación fuera de los recursos públicos. Es otro de los temas que estamos tratando con los rectores y con otros ministerios. Por ejemplo, incrementar la internacionalización para atraer estudiantes talentosos de sistemas educativos de otros países a estudiar a España. Tenemos un grado de internacionalización del 2% cuando la media europea está en el 12 o 13% y hay países como Inglaterra que están cerca del 20%. Este aspecto redundaría en ingresos extra para investigación y otras cuestiones. Asimismo, tenemos un continente latinoamericano que habla nuestro idioma y tenemos una posición privilegiada para atraer a estos estudiantes que vienen con muy buenas becas.

--¿Cree que los alumnos deberían replantearse si tienen que ir todos a la universidad?

-Creo que debemos mantener la cifra que tenemos porque así está bien. Tenemos que potenciar la formación profesional y la vocación en empleos cotidianos que resuelven el día a día, como electricistas, etc. La vida realmente es más profesional que universitaria.

--¿Va a revisarse la imposibilidad de convocar nuevas plazas de profesorado fijo, que aboga el crecimiento de la universidad?

-Creemos que lo que la universidad necesita también en este sentido es flexibilidad para contratar al profesorado que necesite, tanto para contratar como para despedir, según las necesidades. La ley fija que el 51% tiene que ser funcionario. Es algo que se podría cambiar también por ley y que fuera por contratos laborales. En muchos países ya funcionan así.

--¿Van a aumentar los fondos para la I+D+i?

-Los fondos destinados a innovación y desarrollo se han tenido que reducir debido a la crisis, pero en cuanto la situación económica comience a ser mejor estoy completamente seguro de que se van a volver a incrementar. Somos conscientes de que para un estado moderno como el nuestro la inversión en I+D+i es realmente importante y apostaría a que la dotación para este fin volverá a los niveles anteriores a la crisis económica. Sabemos muy bien que la generación de conocimientos es muy importante. H