Tras 14 años de varapalos políticos y judiciales, los paranyers han recibido esta semana una «buena» noticia que les permite mantener viva la esperanza. PSPV y Ciudadanos han apoyado en Les Corts una proposición no de ley presentada por el PP, en la que se insta a la Conselleria de Medio Ambiente a autorizar las pruebas de campo del llamado cesto malla, después de que este departamento denegara estos permisos al considerar que no respeta la legalidad vigente. Este mecanismo ha sido ideado por la asociación de paranyers Apaval para mantener la idiosincrasia de esta práctica cinegética ancestral sin dar muerte al animal. Ahora los aficionados necesitan realizar trabajos in situ para respaldar la selectividad de este método y, por tanto, lograr el respaldo legal.

Les Corts apoyan la medida con el Botànic dividido

La Comisión de Medio Ambiente de Les Corts aprobó el pasado lunes una propuesta del PP, con los votos a favor del PSPV y Ciudadanos, la abstención de Podemos y los exdiputados de la formación naranja. En el documento se insta a la Conselleria de Medio Ambiente a autorizar un proyecto piloto para certificar la selectividad del cesto malla, y además se plantea solicitar al Ministerio de Medio Ambiente un informe que avale la legalidad del mismo. Este asunto ha dividido al gobierno del Botànic, ya que los socialistas respaldan las pruebas de campo, mientras que su socio de gobierno, Compromís, las rechaza de forma frontal.

Una negativa que ya puso de manifiesto la consellera de Medio Ambiente, Elena Cebrián, quien pertenece a la corriente de los verdes dentro de la coalición. De todos modos, los principales dirigentes municipales de Compromís en la provincia, como el alcalde de Betxí, Alfred Remolar, o el primer teniente de alcalde de l’Alcora y diputado, Víctor Garcia, han mostrado en reiteradas ocasiones su apoyo a que se puedan realizar estos trabajos. La división de opiniones dentro de la coalición a este respecto es un hecho.

Las negociaciones llevadas a cabo por la Federación de Caza de la Comunitat, que integra Apaval, han sido claves para lograr el respaldo de la mayoría de grupos de Les Corts en este asunto.

La ofensiva llegará hasta el Congreso de los Diputados

La asociación de paranyers Apaval está «satisfecha» con el respaldo de Les Corts, pero prevé llevar este asunto hasta el Congreso de los Diputados, por lo que ya ha empezado los contactos con PP y Ciudadanos. Su presidente, Miguel Ángel Bayarri, ya ha advertido de que teme que la Conselleria «retrase y demore las autorizaciones» en el tiempo, lo que corre en contra de este colectivo, conformado, en gran medida, por aficionados con cierta edad. El objetivo es lograr una modificación de la ley sobre biodiversidad, teniendo en cuenta la directiva europea de aves, que permita incluir el cesto malla como un método de captura selectivo. Y es que, como lleva años denunciando Apaval, en otros países europeos, como Italia o Francia, se emplean métodos de captura muy similares al parany, aquí ilegalizado, así como del cesto malla.

A la espera de Europa

Mientras aquí avanzan las gestiones políticas para conseguir la anhelada legalización de esta práctica, los paranyers están a la espera de la respuesta de Bruselas, después de que el pasado mes de junio el propio Bayarri se reuniera en la sede de la Comisión Europea con la eurodiputada del PP, Rosa Estaràs, y con el presidente del Intergrupo por la Biodiversidad, la Caza y el Campo dentro del Comité de Medio Ambiente del Parlamento Europeo, Karl-Heinz Florenz, para presentarles el nuevo método.

Rechazo ecologista

Tras conocer el apoyo de Les Corts a esta práctica cinegética, el grupo ecologista Gecen ha calificado de «invento» este nuevo método de caza y ha advertido de que la legislación valenciana, estatal y europea «igualmente consideran ilegal» este sistema. «El cesto malla ni es legal, ni es tradicional, ni es posible excepcionarlo por lo que, quien firmara cualquier resolución para hacer prueba alguna, estaría navegando claramente en el ámbito de la prevaricación y, por tanto, en la inhabilitación posterior», aseguró. Además, Gecen exige que se deje de apoyar políticamente a los paranyers, «no se les engañe más y no se dé pábulo y fantasías de legalidad a una práctica delictiva que urge erradicar».

Los aficionados denuncian una campaña de «acoso»

Los aficionados al parany han denunciado en las últimas semanas que sufren una campaña de «acoso», especialmente, después de que unos desconocidos destrozaran cinco paranys del Baix Maestrat. En concreto, tres de Traiguera, uno de Vinaròs y otro de Sant Rafael. Los afectados denunciaron los «ataques» ante la Guardia Civil, pero, de momento, no ha trascendido que haya habido alguna detención al respecto.

El futuro incierto de una tradición ancestral

Los paranyers saben que no van a poder volver a cazar como se hacía antaño, pero reclaman el visto bueno a un método que les permita mantener viva la tradición de ir al parany, reunirse con la familia y los amigos y adecuar durante todo el año esta estructura que, en algunos casos, resulta artística. Además de los reveses judiciales, el principal hándicap con el que se encuentran es el paso del tiempo. La mayoría de aficionados son personas de avanzada edad, aunque también son los jóvenes, en zonas del Maestrat y la Plana, los que apuestan por esta tradición que se transmite de generación en generación. Con el objetivo de la supervivencia de esta tradición, desde Apaval aseguran que no se rinden y seguirán luchando, con los mecanismos legales y políticos, que estén a su alcance, para lograr la ansiada legalización.