De mal a peor. Así, va el funcionamiento del Registro Civil de Castellón, después de que los trabajadores hayan decidido reducir de 130 a 50 las citaciones presenciales por falta de personal, como anunció Mediterráneo. El caos reinó ayer entre los usuarios que se agolparon en la Ciudad de la Justicia para poder realizar un simple trámite. Si antes había que hacer una larga cola para conseguir un certificado de defunción o inscribir a un recién nacido, ahora, pese la espera, son muchos los que se vuelven con las manos vacías, al hacer menor número de tramitaciones.

“Me voy sin poder inscribir a mi hija, me dicen que no hay números y que pida cita previa por internet para el día 17, pero necesito este documento para ir a inscribir a la niña a la Seguridad Social. Hay que ponerle las vacunas”, critica el castellonense Sergio Capdevila, después de hacer una larga cola desde primera hora de la mañana. Mejor suerte tuvo César Sánchez, quien tras protestar formalmente por estar desde las 6.00 horas haciendo cola para inscribir al segundo de sus hijos, le dieron cita para el día. Por tanto, la mayoría de padres que acudieron al Registro Civil se quedaron sin poder registrar a sus hijos si no habían ido de noche para hacer cola.

MALESTAR // Problemas también los que tuvieron aquellos inmigrantes que acudieron a tramitar la nacionalidad, ya que solo unos pocos pudieron tener acceso a los tres números que dieron. “Somos personas mayores y no podemos estar tantas horas aquí esperando de buena mañana, pero si no venimos pronto no nos dan número. Nosotros no entendemos eso de internet para pedir cita”, señaló Elia Hinojosa, quien acudió a hacer cola tres horas antes de que abrieran, a las 6.00, para pedir una fe de vida de su marido. El malestar entre los usuarios era palpable. El número de quejas se ha disparado hasta una media de 50 mensuales, aunque se prevé que esta cifra vaya en aumento después de haber reducido las citaciones diarias.

“Nos dicen que pidamos la cita por internet y pongamos una queja, pero eso no es la solución”, denunció una mujer que acudía en busca de un certificado de nacimiento. Mientras la situación se agrava, la Conselleria de Justicia ha confirmado que no prevé renovar a las dos funcionarios de refuerzo que concluyeron su contrato a finales del año pasado.