El vicerrector de Prospectiva, Dinamización y Relaciones Institucionales de la Universitat Jaume I,

Juan Luis Gómez Colomer, dimitió ayer tras denunciar a otro profesor de la misma UJI por “acoso y maltrato laboral continuado” a su hija, de 29 años. Gómez Colomer explicó ayer que se enteró “poco antes de Navidad”. “Mi hija se derrumbó”, resaltó. “Había estado sufriendo acoso y maltrato laborales, reiterados y continuados, presuntamente, por el director del máster de Ciencias Experimentales que estaba haciendo. Tenemos ya pruebas e indicios suficientes”, dijo. “Mi hija está en estos momentos de baja médica y en tratamiento psicológico de larga duración. Nos cuenta que ha sufrido gritos, insultos, humillaciones, vejaciones a diario, y callaba, pero ahora ya no. Su madre y yo seremos su voz donde haga falta. Ella está destrozada y a nosotros el suceso nos ha cambiado la vida”, sostiene.

Gómez Colomer afirma que su hija ha sido tratada como “una persona sin inteligencia, un objeto”, por este profesor, con el que trabajaba, paralelamente a cursar el posgrado, en uno de los grupos de investigación y una de las empresas del docente, como becaria.

Gómez Colomer ha interpuesto, en nombre de su hija, dos denuncias ante la Unidad de Igualdad de la UJI y el Síndic de Greuges, que ya están en curso “por vía administrativa”, según confirman fuentes de la Universitat, que tiene un protocolo de acoso laboral.

El ya exvicerrector advirtió ayer de que “si la vía administrativa no nos satisface, recurriremos a la vía penal. Quiero justicia para mi hija, no venganza; y ya que su madre y yo no hemos podido evitar el daño que le han hecho a mi hija, vamos a luchar jurídicamente contra el presunto maltratador”.

El catedrático dijo que su dimisión es por si “alguien interpreta que uso mi condición prevalente de vicerrector para ir en contra del maltratador y acosador”. El denunciante aseguró que “en la UJI se dice que el sospechoso tiene un largo expediente de maltrato laboral a mujeres” en el propio centro universitario, pero que hasta ahora “ha tenido suerte” y “nadie” le ha denunciado. “Tenemos que decir Basta. Voy a poner toda mi ciencia y también mi experiencia al servicio de mi hija, por ella y por las futuras víctimas”. H