La industria azulejera española ha cerrado el año 2016 con un inmejorable nivel de ventas, tanto exterior, como sobre todo en el mercado nacional, que ha entrado ya en una clara fase de recuperación. El presidente de Ascer, Isidro Zarzoso, desgrana cuál es la situación del sector y lo que se puede encontrar la industria en un año 2017 que arranca con incertidumbres.

--¿Cómo valora los datos del sector al cierre del ejercicio 2016?

--Las previsiones que se hicieron en diciembre se cumplirán. Los datos definitivos los daremos en el transcurso de la feria, pero estimamos que terminaremos con un crecimiento de la exportación entre un 5% y un 5,5% y una facturación global entre exportación y mercado nacional de alrededor de 3.300 millones.

--¿Están satisfechos?

--Lo interpretamos como un año moderadamente positivo. Un año que ha sido moderado. Queremos que el vigente 2017 sea igual de moderado que el anterior... o un poco mejor.

--¿Irá mejor el año 2017?

--Haremos lo imposible para que el crecimiento del año 2017 también sea del 5%. Si el mercado doméstico crece en los niveles que parece que haya crecido en el 2016, eso nos da ya un punto importante de soporte. Si del 20% de cuota que tiene ahora pasamos al 22% ó 23% de proporción del mercado, y crece a cifras de dos dígitos, aportará un 2% al crecimiento. Con un 5% que crezca el resto de los mercados... pues ya te ha apalancado un poco el crecimiento. Yo creo que el mercado nacional será determinante para el crecimiento el ejercicio 2017. Si se hace un Plan Renove ayudará.

--¿Está más estable el mercado nacional, tras las caídas previas?

--Ha crecido más y estamos en una inercia de crecimiento. No quiere decir que vaya a crecer mucho. La situación del año 2007 eran 800.000 viviendas, y eso no era realidad. El sector está en un 40% ó 45% de lo que estábamos en el 2008. No va a crecer indefinidamente a dos dígitos.

--¿Qué pasará con EEUU y el ‘brexit’ del Reino Unido? ¿Cómo afectará?

--La política de Trump creo que no nos va a afectar, al menos por el momento no nos ha afectado nada. Tampoco nos ha afectado el brexit. Trump está pensando más en su industria, no en un mercado global, sino en un mercado doméstico fuerte. Se supone que todos tendrían las mismas reglas del juego para exportar a EEUU. Ellos no son productores de cerámica, si nosotros estamos ya dentro pegando fuerte y ellos siguen creciendo como hasta ahora, tenemos que incrementar las ventas. Tengo esperanza en que se mantengan las exportaciones.

Y en el Reino Unido tampoco ha afectado nada de momento. El crecimiento se ha suavizado, pero veníamos de tasas muy altas. Lo que está claro es que este asunto va para largo.

--Los mercados que no levantan cabeza son Rusia y Arabia Saudita...

--Rusia está ahora más estable. A mí me preocupa más Arabia Saudita. ¿Por qué ocurre? Pues porque creo que ellos tenían una inflación tan grande que tenían que deshincharla. Están en una política de contención. Los precios del petróleo han repuntado arriba y dará un poco de soporte a la capacidad de compra de esos países. Y Rusia, con poco que haga, ya será un repunte después de las grandes caídas. Vamos a ver el vaso medio lleno ahí.

--El informe de Altair habla de que la industria está yendo a dos velocidades, y que las pequeñas lo están pasando mal. ¿Qué opina Ascer?

--Las empresas que llevan un buen funcionamiento seguirán funcionando bien sean grandes o pequeñas. No hay que olvidar que, hasta la fecha, precisamente pasaba lo contrario: todas las empresas grandes son las que primero cayeron. Al final las pequeñas tendrán que especializarse mucho y habrá procesos de fusión, absorción, concentración o algo habrá, más especialización. Las grandes sí que tienen ventaja en la comercialización, pero en la historia del sector, el éxito o fracaso de una empresa no se marca por la dimensión.

--¿Y por qué se ha producido ese giro ahora, en esta etapa?

--Las grandes han definido mucho la productividad. Las que han quedado, como media, seguro que son las que tienen mayores márgenes de productividad de metros cuadrados por operario. En el sector, podemos pasar de empresas de 60-70 metros cuadrados por persona, que o se especializada mucho o coge canales de distribución exclusivos, a las de más de 200 metros cuadrados. Les ganan por productividad. Y eso no quiere decir que las grandes no hagan calidad.

--Lo que sí está habiendo son procesos de concentración.

--Ha sido una concentración un poco ficticia, porque ha habido muchas empresas en dificultades económicas que han sido absorbidas.

--Lo que no mejora son los precios medios de venta.

--El precio italiano es más alto, pero ellos tienen mucho producto diferenciado, hacen cosas diferentes. En España, al repercutir menos el listelo y las piezas especiales, el precio ha descendido, pero la base no ha bajado. El precio medio no hace distinciones de la tipología de productos.

--¿En qué fase están los expedientes antidumping contra China, en la UE, y el de Marruecos?

--El dumping de China está en proceso de investigación y la Comisión está evaluando toda la información. Yo soy optimista, del mismo modo que lo soy en Marruecos, porque nosotros no hemos hecho nada para que nos metan ninguna causa en Marruecos. En lo de China no me atrevo a decir tanto porque puede ser un medio político. Se habla incluso soterradamente de un impuesto ecológico a la importación porque, al final, por algún sitio hay que intentar frenar. Está todo muy embrionario.Hay que conseguir que se mantengan cinco años más las medidas antidumping.

--En los últimos días, se acumulan las noticias sobre inversiones por parte de las empresas. ¿Crece la capacidad de producción del sector cerámico español?

--Más que aumentos de producción, son cambios de sistemas productivos, hornos de más capacidad y más modernos. Respecto al empleo, espero que de ahora en adelante se noten más los crecimientos en creación de empleo en la industria.

--¿Cómo están evolucionando los costes energéticos? ¿Y el ‘hub’?

--No ha dado resultado aún, le falta bastante. Los aumentos los tenemos que tener en cuenta e intentaremos repercutirlos. Después del tarifazo eléctrico y energético hubo un tiempo en el que los costes bajaron bastante y ahora se han recuperado a un nivel que creemos que es más o menos asumible para todos.

--¿Han asumido ya el anuncio del aumento de los precios de las fritas y esmaltes advertido por Anffecc?

--Están diciendo cifras, pero aún no hay hechas repercusiones de precios. El sector debe contar que si las materias han subido y los esmalteros suben precios, deberán aumentar precios. Un poco de capacidad de subida media creo que sí que existe.

--¿Llegará alguna vez el corredor ferroviario mediterráneo?

--El mercado alemán nos está dando alguna alegría que otra, por lo que el corredor ferroviario mediterráneo nos ayudaría a levantar todos los mercados de Europa. El problema al que nos enfrentamos es que el centro de gravedad político no está focalizado en el Mediterráneo.

--¿Qué espera de Cevisama?

--Tenemos buenas expectativas.Creemos que puede ser bastante buena. Está cambiando la pasividad que había de gente de España que no venía, y cada vez también viene un público más profesional. Eso sí, los resultados reales se verán después.