Los alcaldes de los municipios incluidos en el Consorci del Riu Millars, es decir, Almassora, Vila-real y Burriana, abogan por llevar a cabo fumigaciones aéreas en el paraje para poner freno a la proliferación de mosquitos en la zona, a expensas del informe que el próximo día 12 emitirán los técnicos de las tres poblaciones, de la Diputación y de la Conselleria de Medio Ambiente, al tratarse de un espacio protegido. De todos modos, las fumigaciones de esta índole también requieren el beneplácito de Sanidad.

La mesa técnica del Consorci se reunió ayer en el ayuntamiento de Almassora, consistorio que ocupa la presidencia del órgano, a fin de estudiar medidas de control y tratamientos. Se acordó solicitar presupuestos a las empresas encargadas del servicio de desinsectación en cada municipio para decidir la oferta más favorable. El próximo martes, día 12, se volverán a reunir para emitir el informe con propuesta de adjudicación para que la apruebe la junta de gobierno.

El objetivo es actuar entre la línea de mar y el puente de la CV-10. Más de 400 hectáreas en las que existen acumulaciones de aguas propias de un río. “La reproducción de los mosquitos está generando una problemática social a la que debemos dar respuesta”, reconoció el representante de la Diputación en la junta de gobiernos, Luis Martínez. El tratamiento conjunto se desarrollará tan pronto Medio Ambiente lo autorice y tendrá vigencia este año.

Este paraje es una zona de especial protección de aves y lugar de interés comunitario incluido en la Red Natura 2.000, además de estar regulado por un plan rector de uso y gestión que establece los límites para poder actuar.

En este sentido, el munícipe de Burriana, Juan Ramón Calpe, admitió que “todo apunta a que la única manera de acabar con los mosquitos son las fumigaciones aéreas, porque hemos invertido mucho en tratamientos y no se ven los resultados, y mientras se convierte en un problema de salud pública”. En términos similares se expresa su homólogo de Almassora, Vicente Casanova: “El sentido común nos lleva a pensar en las avionetas, pero es un paisaje protegido y seremos respetuosos con lo que marque la ley”. Por su parte, el primer edil de Vila-real, José Benlloch, agradeció “el papel del resto de alcaldes por unirse en la lucha contra los mosquitos”, al tiempo que defendió las fumigaciones aéreas como las únicas efectivas. Pero criticó la “inacción” de las administraciones superiores en este tema. H