En vísperas de las vacaciones de Semana Santa y la previsible afluencia de turistas y ante el aumento de temperaturas, muchos ayuntamientos de la provincia se ponen las pilas para controlar la proliferación de mosquitos, en especial, en las zonas del litoral, y evitar las picaduras de estos insectos.

El Ayuntamiento de Nules ya ha intensificado las medidas contra estos insectos, tal y como Mediterráneo se hizo eco en su edición de ayer. Moncofa también se ha adelantado en estas tareas y, como explicaba su alcalde, Jaime Picher, “retomamos en marzo el tratamiento preventivo contra las larvas en los lugares donde mayor incidencia hay, desde el término de Nules hasta el camí la Mar”. Y seguirán con estas labores todo el verano de forma semanal. Son los dos municipios que el pasado ejercicio sufrieron sendas plagas.

Otras localidades, como Torrreblanca, padecen este problema de forma endémica. “Hay mosquitos, los habituales en esta época, procedentes del parque natural que linda con la playa; pero, con nuestros medios, no se pueden controlar”, indica el concejal de Agricultura, Francisco Nayen. Matiza que, “durante todo el año, hacemos un control de vigilancia y seguimiento”.

Desde Orpesa, fuentes municipales inciden en dicho mantenimiento invernal de forma semanal pero, “a partir de Semana Santa, será diario”. También Benicàssim incrementará las actuaciones preventivas y el consistorio quiere firmar un convenio con Diputación para adherirse a ayudas que contribuyan a reducir los efectos. H