Un grupo formado por 12 buceadores de distintas organizaciones ha estudiado la calidad de los fondos marinos en la zona de Torrenostra, en la localidad de Torreblanca. La actividad, denominada Fondos marinos, ha concluido su investigación con resultados positivos tras encontrar extensas poblaciones de posidonia oceánica, una planta acuática perteneciente al Mediterráneo. Al igual que todas las fanerógamas marinas, la posidonia ha desarrollado una serie de adaptaciones morfológicas y fisiológicas que le permiten vivir en el mar.

Esta planta representa un «fiel indicador» de la calidad del agua, según manifiestan a este diario fuentes del Ayuntamiento de Torreblanca. Este no es el único beneficio ecosistémico con el que cuenta la especie, debido a que destaca también el enterramiento de dióxido de carbono, el reciclado de nutrientes, la protección costera de la erosión y el aumento de la biodiversidad marina que comporta.

La Concejalía de Medio Ambiente impulsó esta iniciativa junto a la Asociación Poseidón y Global Nature con la finalidad de hacer un seguimiento del estado de conservación del fondo marino a través de esta inmersión, que ha podido analizar con precisión la cantidad de posidonia existente.

Nueva inmersión

A partir de octubre está prevista una nueva fase de estudio que posibilitará la visibilización de la población de nacra, un animal del Mediterráneo que mide hasta 120 centímetros, vive casi 30 años y que los buceadores han podido ver en anteriores estudios.

Actualmente se encuentra en peligro de extinción debido a que un parásito de una sola célula, de origen desconocido, libera sus esporas en la glándula digestiva de las nacras hasta que se mueren de hambre. Mientras tanto, los resultados referidos a la posidonia oceánica serán enviados al Instituto de Ecología Litoral.

El edil de Medio Ambiente, Carlos García, explicó que «la existencia de esta planta en el fondo marino de Torrenostra es una excelente noticia, ya que la posidonia actúa como un filtro que limpia las aguas». Además, añade que esta actividad que realizan todos los años «es un termómetro fiel de la salud de la playa» y les «anima a trabajar en favor de la conservación y la divulgación mediambiental», indica.

Peligro de desaparición

La posidonia, que se puede encontrar entre la cota superficial hasta los 30-40 metros de profundidad en función de la transparencia de las aguas, se halla en peligro y, por ello, es imprescindible dictar unas normas legales de protección y establecer una vigilancia para evitar el daño que origina a las praderas el fondeo masivo de embarcaciones en verano. Los vertidos de agua residuales también son un gran hándicap para ellas.