El Villarreal B visita esta tarde al Levante B (16.30 horas) todavía en estado de shock por la malísima noticia de la baja del centrocampista Pepe Palau, que ha dicho adiós a la temporada al serle diagnosticada una rotura del ligamento cruzado anterior de la pierna izquierda, agravada por una afectación de la meseta tibiar postero externa, lo que convierte la lesión en una dolencia bastante compleja. “Anímicamente ha sido una semana muy dura. La plantilla está sufriendo muchos golpes y ahora solo faltaba esta lesión de Palau, anormal y muy grave”, lamentaba ayer el técnico del filial amarillo, Lluís Planagumà, que espera que sus jugadores puedan recuperarse del golpe anímico para “poder dedicarle la victoria” al centrocampista alicantino.

Sería el tercer triunfo consecutivo en la Liga tras los sumados ante el Reus (2-0) y el Llagostera (1-0), que asentaría al Villarreal B en la zona de promoción de ascenso a Segunda B, ya que actualmente se encuentra situado en la cuarta posición con 34 puntos. Eso sí, el filial amarillo afronta el partido con algunas bajas más que la de Palau y tendrá que lidiar con ello. Planagumà debe cubrir hasta seis ausencias para este emocionante partido y tres ellas son por lesión. Así, el guardameta Richi, el defensa Diego Jiménez y el mediapunta Pablo González no podrán vestirse de corto por diferentes molestias físicas. Con quien tampoco podrá contar Planagumà será con el central Pablo Íñiguez, el mediocentro Edu Ramos ni con el interior zurdo Moi Gómez, que se encuentran enrolados en la disciplina del primer equipo.

UN RIVAL EN CRISIS // Estos problemas igualan un tanto el derbi autonómico ante un Levante B en plena crisis y que solo ha podido sumar de tres en tres en una ocasión en las últimas seis jornadas. “Jugamos contra un equipo que está abajo pero eso es lo que se puede valorar desde el entorno. Desde dentro, somos conscientes de que nos enfrentamos a un equipo muy competitivo”, avisa Planagumà, que no descarta que el filial se siga reforzando en el mercado de invierno. H