El ascender de categoría ofrece, además del lado más emotivo y alegre, la cara más amarga del fútbol: la de tomar medidas impopulares. El nuevo máximo accionista del CD Castellón, José Miguel Garrido, comenzó ayer a tomar las riendas del club al 100%, tras contemplar desde el palco de Castalia el pasado domingo cómo el proyecto diseñado por Vicente Montesinos, Pablo Hernández y Àngel Dealbert tocaba el cielo con el regreso a Segunda División B.

El empresario madrileño ha respetado hasta la fecha el timing creado el pasado verano, con Jordi Bruixola como director general a la cabeza, junto a Pepe Mascarell en la parte creativa, quienes tuvieron que tomar decisiones importantes como destituir a Frank Castelló y darle el testigo a Sergi Escobar y su cuerpo técnico, totalmente compuesto por gente de la casa, quienes a la postre obtuvieron el premio buscado.

Bruixola y Juan Guerrero, los hombres fuertes

Ahora, 48 horas después del ascenso, tras haber digerido la resaca, toca ponerse manos a la obra con la idea de comenzar a diseñar el proyecto. Para ello, Garrido comenzó ayer a sopesar decisiones importantes. La idea del hombre fuerte del club es la de dar el peso total la gestión a Jordi Bruixola, en todo lo que no concierne a temas deportivos, y a Juan Guerrero, que a partir de ahora será el nuevo responsable del área deportiva, una persona que lleva muchos años trabajando con Garrido y que es de su total confianza.

¿Escobar continuará?

Una vez sentadas las bases del organigrama del club, en el continuará Pepe Mascarell como director de márketing, las primeras medidas pasan por elegir quién llevará las riendas del equipo en el banquillo. La duda radica en saber si Sergi Escobar y su cuerpo técnico continúan al frente del equipo. Ayer se produjo una cumbre entre las partes implicadas: Garrido, Bruixola y Escobar. Una decisión que parece que esté más cerca del no que del sí y que podría oficializarse hoy en la comparecencia del máximo accionista y el presidente Montesinos en Castalia (11.30 horas).

Curro Torres, el que gusta

En cuanto el posible sustituto si se decide prescindir de Escobar, el que más gusta a Juan Guerrero —el nuevo responsable de la parcela deportiva— es Curro Torres, exinternacional español y exfutbolista del Valencia CF.

El exlateral derecho tiene experiencia en Segunda División B, donde dirigió al Valencia Mestalla tres temporadas, y entrenó al Lorca FC, en Segunda División A, la pasada campaña, siendo destituido el 17 de diciembre del 2017 por el propietario chino Xu Genbao. El entrenador nacido en Ahlen (Alemania) estuvo el domingo viendo el partido del ascenso ante el Portugalete en el palco de Castalia.

¿Qué jugadores seguirán?

Tras elegir al nuevo inquilino del banquillo, el siguiente paso será el saber con cuántos futbolistas de los que han logrado el ascenso se contará para el nuevo proyecto en Segunda B. Sobre el papel, nombres como los del meta Zagalá, David Cubillas, Cristian Herrera, Castells, Marenyà y Javi Serra son los que a priori están llamados a seguir. El resto dependerá de los gustos del nuevo entrenador y del propio Juan Guerrero, pero se darán bastantes bajas.

Un caso que llama la atención es la situación de Àngel Dealbert, uno de los propietarios durante el ejercicio que acaba de concluir, quien no tiene su continuidad asegurada. El propio central del Benlloch analizará su estado físico y, en consonancia con los nuevos rectores deportivos, se tomará una decisión sobre su futuro.

Refuerzos incluso de 2ª A

Y en cuanto a los nuevos refuerzos, de la mano de Garrido y Guerrero está previsto que se refuerce la plantilla con futbolistas contrastados en Segunda División B, e incluso con algún jugador ha militado la presente temporada en Segunda División A. Sin duda, el nuevo proyecto promete ser ambicioso.