Tocaba ganar, da igual la forma en la que se consiguiera. Tras una racha de malos resultados, hasta ocho encuentros sin vencer, Kiko Ramírez, nuevo entrenador del CD Castellón, destacó tras el choque que “la victoria es el mejor antídoto para que el equipo vuelva a creer en sus posibilidades”.

El míster explicó que, además, el bloque tuvo “carácter y personalidad, sabiendo sufrir ante un buen rival”. “No nos quedaba otra, hemos sufrido muchísimo contra un gran equipo, con las ideas muy claras, que ofensivamente nos han creado mucho problemas”, argumentó.

“Que el vestuario se levante, que empiece a creer otra vez. Estamos en una fase un aprendizaje, al que hay que añadirle el sufrimiento, ya que no será el último partido en el que se sufra así”, dijo.

DOSIFICACIÓN // Sobre la alineación titular, Ramírez destacó que la planteó pensando en los futbolistas tocados o que regresan de lesiones. “Hemos hecho un once pensando en aguantar todo el partido, ya que hay gente que sale de lesiones, que no venían jugando mucho…”, confesó.

El nuevo preparador albinegro es sabedor que, pese a la victoria, todavía queda mucho camino por recorrer: “Es un primer paso, pero debo sacar el máximo rendimiento a los jugadores para que recuperen la autoestima”.

Es más, el míster orellut habló de que todos los que forman parte del club deben senrtirse afortunados, pero que en el entorno se debe tener los pies en el suelo. “La profesión de futbolista dura poco y hay que aprovecharla. Estamos en un club con mucha ansiedad y hay que respetarlo. Pero hay que ser realistas y ver que son jugadores de Tercera”, apostilló.

Sobre las consecuencias del choque, resaltó que “el nivel físico es bueno, pero la ansiedad hace que te canses más”. “Esta victoria es la pastilla milagrosa para subir la autoestima, ahora los jugadores deben creer que se puede”, explicó con rotundidad.

Tras el éxito, queda poco tiempo para saborear la victoria. “Ahora ya hay que pensar en el Orihuela, no en otros rivales o en la clasificación”, finalizó. H