No están para lamentos, son profesionales —al menos mentalmente y a la hora de trabajar— y únicamente piensan en enderezar el rumbo deportivo, vencer al CD Almazora en el derbi de mañana en Castalia (20.45 horas) y regresar cuanto antes a la zona de play-off. Ese es el lema, el motivo, la política que se ha establecido en el vestuario del CD Castellón ante la enésima situación crítica que se vive en la era Cruz como máximo accionista.

Los jugadores y el cuerpo técnico cierran filas y se aislan de David Cruz. La figura del presidente vuelve a estar en el punto de mira, puesto que en boca de todos está la posibilidad de que, de una vez por todas, cumpla con la palabra adquirida en la última junta general de accionistas y se marche, venda sus acciones y deje de gestionar la entidad.

ENTRE ELLOS

La acumulación de mensualidades impagadas (que en bastantes casos llegan ya a cuatro) y la incredulidad ante el posible traspaso de poderes (sin Cruz) al grupo de capital chino Ledus Lighting Technology Ltd, que entre otros negocios posee la mayoría accionarial del FC Sochaux-Montbéliard de la Ligue 2 francesa, provocan que la idea que impera en el vestuario albinegro sea que salir de la actual situación en la que se encuentran pasa por ellos mismos.

Es por ello que tanto Manu Calleja, sus ayudantes, y el resto de futbolistas de la primera plantilla están apelando diariamente a aquello del «todos a una».

En los entrenamientos, la terapia psicológica al respecto de aislarse de todo lo que no sea fútbol es una constante. Todos saben que con la actual dirección tardarán en cobrar, por lo que su orgullo y profesionalidad pasa por pensar en regresar a la zona de play-off.

Además, los propios futbolistas organizan quedadas y comidas de unidad, donde invitan al cuerpo técnico. Sin duda, el CD Castellón se aísla de Cruz.