Bajo la mirada de toda Europa, Madrid y PSG aparcaron el morbo para dibujar un choque de altura que terminó con el derribo del equipo de Emery, tan convencido de su potencial ofensivo que se olvidó del poder que tiene su rival en esta competición para reconvertirse. Dos goles de Cristiano y uno de Marcelo remontaron el tanto de Rabiot pasada la primera media hora. La revolución llegó con la entrada de Asensio, que se marcó dos asistencias para deshacer el empate y dejar a su equipo cerca de los cuartos a falta del fuego real que le espera en París.

El otro Madrid, el de la Champions, el equipo capaz de convertir tantas noches de pesadilla en una grande, volvió a aparecer en su competición favorita para saltar por encima de un rival diseñado para la caza mayor, pero que se fue apagando justo cuando emergió Asensio para dar lustre al Madrid. Se la jugaba el equipo de Zidane ante Neymar, Mbappé y Cavani, un trío millonario que se tuvo que inclinar ante un chaval que pide a gritos mayor protagonismo. Asensio se encargó de aceptar el desafío del PSG para hacer saltar por los aires las opciones de los de Emery, que miraba con incredulidad el marcador.

A Zidane le faltó decisión o le sobró cabeza para decidirse a última hora por Isco en lugar de Bale. No quiso enfrentar a la BBC, de la que solo comparecieron Cristiano y Benzema contra la NMC (Neymar, Mbappé y Cavani), que prácticamente dobla en goles al triplete ofensivo del Madrid. La presencia de Isco tenía como objetivo de reforzar el centro del campo y evitar las galopadas de Mbappé o la salida de Rabiot. El malagueño no solo cumplió su cometido en esa zona, sino que no tuvo ningún reparo en ayudar en defensa cuando la maquinaria ofensiva del equipo francés comenzó a engrasarse.

SIN PEGADA / No se asustó demasiado el equipo de Emery por el acoso de su rival. Situó la defensa a 30 metros de la portería de Areola con la intención de ganar metros y jugar en el campo del Madrid. Pero ni había noticias de Neymar, que vio la amarilla antes del cuarto de hora por una patada a Nacho, ni de Mbappé. Lo aprovechó el Madrid para tejer jugadas con un excelente Marcelo y con el trabajo a destajo de Isco, aunque la falta de pegada volvía a ser el hándicap. Cristiano lo intentó de falta y luego tuvo la mejor ocasión de su equipo en un mano a mano que el meta Areola le sacó con la cara (m. 28). A partir de ese momento, el PSG comenzó a mostrar sus mejores virtudes. Neymar se cambió las botas y dejó de resbalarse, se agarró al césped y terminó la jugada del primer gol que nació en una arrancada de Mbappé. Su centro lo dejó pasar Cavani y el rechace entre Neymar y Nacho lo aprovechó Rabiot (m. 33).

REMONTADA MERENGUE / Cuando nadie daba un penique por un Madrid sin gol, Lo Celso acudió en su ayuda al agarrar a Kroos dentro del área. El árbitro no dudó en señalar penalti, aunque perdonó la segunda amarilla al argentino. Cristiano marcó antes del descanso y convirtió el encuentro en un choque de trenes. Navas salvó a su equipo con una mano milagrosa ante Mbappé. Luego Ramos sacó con el pecho un disparo de Rabiot.

Reaccionó Zidane, que dio entrada a Bale y, posteriormente, a Lucas y a Asensio. El mallorquín se encargó de reventar las esperanzas francesas en cinco minutos devastadores. Su primer centro lo rechazó Areola y lo remató Ronaldo (m. 83). Con el equipo de Emery a la deriva, Asensio volvió a sacar su pierna de oro para ponerle el balón a Marcelo, que marcó con la izquierda. El gol acabó por silenciar las armas del PSG, que deberá sacar lo mejor de su repertorio en la vuelta (6 de marzo) si quiere hacer pie en cuartos.