Bache de juego, lagunas de efectividad, lesiones de hombres clave, incluso falta de suerte en momentos decisivos. El Villarreal podría poner mil y una excusas a las dificultades de esta recta final de temporada o a su KO en Europa y en la Copa. Seguramente, todo lo apuntado ha influido. Los amarillos no merecieron perder en casa ante los grandes, y la inoportuna baja de su capitán --“es muy difícil competir durante 15 partidos sin Bruno”, dice Marcelino-- se nota, como las puntuales ausencias de hombres como Cheryshev o, ahora, Musacchio --durante el día de hoy recibirá el alta en la clínica Cemtro--.

Pero el técnico prefiere aludir a la realidad para explicar por qué el Submarino no está en estos momentos peleando por una plaza de Liga de Campeones y por qué defender la sexta plaza que actualmente ostentan los groguets habrá que celebrarlo como un gran éxito, como un título para el Villarreal, el título de su Liga.

“No tenemos potencial para competir con el Atlético, el Valencia o el Sevilla, a no ser que nos salga la temporada perfecta, que ya creo que la estamos haciendo”, reconoce Marcelino, que no solo ve una clara diferencia de puntos con los equipos que, al margen de Barça y Madrid, pelean por la Champions; también de euros. “El Valencia ha invertido 150 millones; el Atlético, 100; y el Sevilla muchísimos también. Nosotros estamos compitiendo con mucho menos presupuestos gracias al enorme trabajo de nuestros futbolistas”, valora el técnico, buscando el respaldo y la complicidad de la grada con el equipo y que la afición valore realmente los méritos de poder alcanzar un acceso directo a la próxima liguilla de la Europa League.

“Nuestro nivel competitivo es similar al de Athletic, Real Sociedad o Málaga. Hemos hecho una temporada muy por encima de lo que yo esperaba en junio”, valora Marcelino, que ahora busca “el sobresaliente”, nota que se puede cimentar, casi asegurar -si el Málaga pierde hoy en el Bernabéu--, ante el Córdoba, mañana.

PELIGRO ANDALUZ // No espera una misión fácil el técnico ante un rival virtualmente descendido que “juega sin la presión de ganar y eso les hace peligrosos”. “No me fío”, recalca Marcelino, esperanzado en que el Submarino vuelva a ser el equipo fiable de antaño. “Para lograrlo solo nos falta volver a ganar en casa después de dos derrotas que hicieron daño”. H