Querido lector:

El conflicto en la enseñanza en la Comunitat Valenciana está servido. Los sindicatos representativos ya han manifestado su intención de convocar movilizaciones contra las disposiciones del Gobierno central adoptadas ayer por considerarlas un “ataque a la enseñanza pública”, principalmente por sus consecuencias de “despidos del profesorado interino y el empeoramiento de las condiciones de trabajo de los docentes” debido a que el aumento previsto de ratios de alumnos por clase --un 20%-- y de horas lectivas del profesorado --pasan a 25 horas lectivas en infantil y primaria y a 20 en secundaria-- derivarán inexorablemente en un recorte de la contratación de profesores interinos.

A estas medidas se suma la eliminación de crear nuevos complementos retributivos o retribuciones variables en el profesorado, amén de otras medidas que el ministro Wert comunicó ayer mismo a los consejeros autonómicos de Educación con la finalidad de hacer cumplir el objetivo de déficit autonómico del 1,5% este año o lo que es lo mismo un ahorro de 3.000 millones de euros. Medidas a las que se suman además los recortes previstos en la reducción del 22% de la partida de Educación en los Presupuestos Generales y los ajustes ya adoptados anteriormente por la Generalitat.

Todo ello va a generar un cóctel explosivo en la enseñanza si tenemos en cuenta las movilizaciones que los docentes ya han realizado durante los últimos meses ante las medidas de la Conselleria de Educación, que además se ha mostrado partidaria de aplicar las disposiciones añadidas del Gobierno central.

Con estos precedentes será inevitable un nuevo periodo de conflictividad, ante el cual lo único que deberemos pedir es que afecte lo menos posible a los alumnos.