El alcalde de Vila-real, José Benlloch, anunció ayer que decretará la anulación de un primer paquete de facturas de trabajos o servicios no justificados, por importe de 600.000 euros, que la empresa Piaf facturó al Ayuntamiento durante la pasada legislatura. Unas facturas que, según explica, no cuentan con la firma del técnico municipal correspondiente ni del concejal responsable en aquel momento, pero que sí que rubricó el anterior alcalde del PP, Juan José Rubert, “el día antes de mi toma de posesión como primer edil”, para que un banco abonara esta cantidad a la mercantil, a cambio de que, después, el consistorio devolviera el dinero a la entidad financiera.

Sin embargo, Benlloch ha dejado claro que no va a pagar estos 600.000 euros, “por cuanto los ciudadanos de Vila-real no deben abonar unos trabajos que no se han realizado”. A este respecto, tampoco descarta tomar acciones legales para esclarecer las presuntas irregularidades cometidas, que podrían acarrear, incluso, “responsabilidades penales”. Aun así, asegura que este no es el principal objetivo del equipo de gobierno cuatripartito “y sí defender las arcas municipales”.

Asimismo, es previsible que la entidad bancaria también denuncie los hechos, con la finalidad de que se le devuelva la cantidad de dinero que adelantó en su día.

Diez meses ha durado la investigación realizada sobre este paquete de facturas, en el que se han detectado tres tipos de irregularidades que han llevado al alcalde, en base a los informes emitidos por escrito por los técnicos municipales, a anular el pago de las mismas. “Hay trabajos que no se han realizado, otros nadie los acredita y hay facturas de final de obra de un edificio --la nueva jefatura de la Policía Local-- que no se ha finalizado ni recepcionado”.

A partir de ahora se remite la documentación a las partes implicadas --empresa, banco e integrantes del anterior equipo de gobierno del PP-- para que en 10 días den las explicaciones o alegaciones que estimen oportunas.

De los 600.000 euros que pretendía cobrar Piaf mediante recibos “dudosos”, la mitad correspondían a trabajos realizados en la nueva jefatura de la Policía Local de Vila-real que, pese a inaugurarse por el popular Rubert en marzo del 2011 todavía no está totalmente finalizada. “Es una actuación muy grave, porque no se pueden liquidar las obras de este inmueble cuando no se ha terminado la obra y la adjudicataria debe dinero a los subcontratistas”, afirma Benlloch.

AUDITORÍA // Precisamente, el PP reclamó a última hora de la tarde de ayer la realización de una auditoría para aclarar el proceso constructivo de la nueva jefatura. “En el caso de que esta avale la gestión realizada la pasada legislatura por el PP, se pedirán responsabilidades al alcalde por las graves acusaciones vertidas y con las que ha querido poner en duda la honradez del anterior equipo de gobierno”, afirman. H