El Periódico Mediterráneo

El Periódico Mediterráneo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

FESTES DEL ROSER

Almassora ha hecho historia con el primer encierro de la era poscovid

Más de 6.000 corredores participan en una cita para el recuerdo con un herido por asta

Más de 6.000 corredores participan en una cita para el recuerdo con un herido por asta. NAVARRO

Los había echado de menos. La Vila de Almassora había estado más callada de lo que nos tiene acostumbrados. «Covid-19», se escuchó decir a algún vecino en esos meses de soledad forzada. Pero las cosas habían cambiado las últimas jornadas: arena, barreras, cadafals… y es que ayer la Vila, Almassora, volvió a ser la de siempre después de 728 días.

Había que remontarse a otro octubre, el de 2019, para encontrar el último festejo taurino en la localidad. Dos años que, para algunos, han sido eternos. Tanto es así que casi dos horas antes del inicio del acto ya había corredores tomando posición en las principales calles del casco antiguo, en las que se controló el aforo, además de otras medidas para garantizar la seguridad y evitar contagios.

Muchas horas de despacho precedieron al primer encierro poscovid con más de 6.000 personas a pie de calle, según el consistorio, y otras miles siguiéndolo desde balcones y barreras, y Esterón, Orgulloso, Jazmín, Malicioso, Agitador e Informal en un cartel histórico, llevando el hierro de Fuente Ymbro, inédito en una carrera en la ciudad.

Tras los tres cohetes y con los cordones policiales abiertos, los seis ejemplares salieron de los corrales de la plaza de la Iglesia por una calle San Joaquín renovada. La manada, partida en dos y arropada por los cabestros de Germán Vidal, siguió por Colón hasta La Picaora, en los momentos previos al encuentro con la masa de corredores.

Desde el inicio en la calle Mayor, uno de los astados, de color negro, lideró la torada. A pesar de la cantidad de participantes que tomaron el vial, se vieron buenas carreras y algunas caídas. El momento más peligroso se vivió casi llegando a la zona del portal, en la que un aficionado fue alcanzado en el muslo. Tras ser atendido en la enfermería, fue trasladado al hospital.

El sonido del portón de corrales se difuminó entre la fuerte ovación ofrecida por los presentes y que llegó a los patrocinadores: el Ayuntamiento de Almassora y las peñas Aficionats al Bou, Aficionades Taurines d’Almassora, El Caragol y el grupo formado por T’Empujen, Barrilet, y Penjats y Racó, con el recuerdo de Paco muy presente. Ojos vidriosos, abrazos y reencuentros enmarcaron el evento, en el que tomaron parte aficionados llegados desde Pamplona, Madrid, Valladolid o Cuéllar.

Compartir el artículo

stats