Después de un invierno para olvidar, tras el fin del estado de alarma y el cierre perimetral de la Comunitat, y con el avance de la vacunación, el motor de la economía vuelve a arrancar en Castellón y sectores como la hostelería, el comercio o la automoción van recuperando el tono poco a poco. Y lo mejor de todo es que, ahora sí, parece que no habrá marcha atrás.  

Ricardo Miralles, director del departamento de análisis de la Confederación de Empresarios de la Comunitat (CEV), considera que el fin del estado de alarma va a acelerar la «espiral ascendente» en la que estaba inmersa la economía valenciana en las últimas semanas gracias a los buenos datos epidemiológicos. Una dinámica que hará que se materialice «la demanda embalsada» que se ha ido generando en los últimos tiempos. Y eso significa que las familias van a gastar más en comidas fuera de casa, en la compra de ropa o electrodomésticos o en realizar alguna escapada, lo que a su vez tendrá un efecto positivo parara el relanzamiento económico.

Lo mejor está por llegar, pero el grueso de los sectores económicos de Castellón ya notan la recuperación. «Para el pequeño comercio el fin del estado de alarma y la relajación de las restricciones ha supuesto un balón de oxígeno. La movilidad entre diferentes territorios ha supuesto mayor dinamismo y una cierta activación de sectores como el nuestro. El que poco a poco se eliminen las restricciones es un camino hacia una situación de casi normalidad que aplaudimos, y que supondrá acabar con un duro período como el que hemos vivido», señala Juan Adsuara, presidente de Covaco Castellón y miembro de la junta directiva de Confecomerç-CV. Y para que la reactivación del sector sea más rápida, Adsuara insta las administraciones locales a poner en marcha «políticas de apoyo, que en el caso del pequeño comercio pasan necesariamente por el impulso de los bonos comercio».

Restaurantes llenos

La hostelería y el turismo también perciben un chute de expectativas muy positivo. «Las familias tienen ganas de volver a la normalidad y, poco a poco, el sector se va recuperando. Las reservas aumentan cada vez más, tanto en los bares y restaurantes como en los hoteles y las perspectivas de cara al verano son buenas», describe Luis Martí, vicepresidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castellón (Ashotur), que señala que un mes el panorama ha cambiado radicalmente. «La vacunación está siendo clave en la reactivación », añade.

Y en las agencias de viaje ocurre exactamente lo mismo. «La demanda de información sobre vacaciones para este verano nos hace ser optimistas. Desde que se levantó el estado de alarma , las familias están entrando a preguntar para empezar a programar las vacaciones» dice Diego Tirado, presidente de la Asociación Provincial de Agencias de Viaje.

Otro sector que lo ha pasado mal y que también empieza a ver la luz es la automoción. Tras cerrar un 2020 con una caída de las matriculaciones en Castellón del 51% y pérdidas millonarias en los talleres de reparación, en los concesionarios ya son mucho más optimistas. «Con el final del cierre perimetral de la Comunitat y el alza del consumo de las familias, las ventas de automóviles aumentarán como también lo harán las reparaciones», explica Pablo Colom, secretario general de la patronal Astrauto, quien recuerda que el sector apenas ha recibido ayudas. «Como no nos obligaron a cerrar tampoco nos dieron ayudas».

Quienes también cuentan las pérdidas por millones son las empresas de transporte discrecional, aunque asimismo ven la luz al final del túnel «En las últimas semanas se está empezando a mover algo, sobre todo algún colegio que hace una excursión de un día y también alguna boda, pero poca cosa más. Esperamos que este verano se reactive y que esa mejora se consolide en otoño», dice Raquel Rodríguez, gerente de Autocares Rodríguez, con sede en Almassora. 

A las peluquerías les sucede lo mismo. «Algo se ha notado, pero hasta que no se reactive el ocio nocturno y vuelvan los eventos y las fiestas, no habrá una recuperación total», augura Juan Hernández, secretario del gremio de peluqueros de la provincia. 

La hucha, la gran esperanza

La hucha acumulada durante la pandemia por las familias de Castellón se ha convertido en la gran esperanza económica de los expertos, que confían en que ese exceso de ahorro empiece a trasladarse desde ya al consumo y a la inversión, y se activen las compras y las salidas que han estado aplazadas durante meses. 

En Castellón, además, las familias han guardado mucho dinero en la hucha. Nada menos que los hogares de la provincia son los que más han incrementado la cantidad guardada en depósitos financieros de la Comunitat Valenciana. El crecimiento en 2020 ha sido de un 13,01%, hasta los 15.199 millones de euros, de los que algo más de 10.600 se guardan en depósitos a plazo de bancos y cajas de ahorro.