El colapso de los centros de salud por la quinta ola del coronavirus era una amenaza a principios de este mes de julio, como informó Mediterráneo, que ahora se ha convertido ya en una realidad. Esta sobrecarga que afecta a Atención Primaria, encargada del diagnóstico, el seguimiento y el rastreo de los contagiados, está teniendo consecuencias directas en la asistencia que reciben los pacientes con largas demoras para poder ser visitado por el médico de familia. Y es que la puerta de entrada en el sistema sanitario debe seguir con las consultas de pacientes crónicos y de otros que requieren ser visitados por dolencias diferentes al coronavirus, aunque ahora «se ha priorizado la agenda de seguimiento covid», insisten desde el departamento de salud de Castellón.

En la capital de la Plana, sin duda, el más saturado es Palleter con hasta tres semanas de espera para una cita presencial, en el 9 d’Octubre unos siete días y en Fernando el Católico cuatro. Una semana de media también es la espera en los centros de salud de Almassora y Peñíscola, mientras que, en Benicàssim, a pesar del incremento de contagios y tener toque de queda, se da consulta presencial para cuatro días vista. En Nules, la demora es de hasta 17 días para conseguir ser visitado de modo presencial para una consulta ordinaria, mientras, en Vila-real, en concreto, en el centro de salud Dolores Cano, asciende a 13 días. En el centro de salud Burriana I la espera asciende a 11 días. 

Difícil contactar vía telefónica

Otro de los problemas a los que se enfrentan los pacientes es la conexión con el centro de salud, ya que resulta complicado poder entablar conversación con el personal de mostrador encargado de dar las citaciones. Este inconveniente resulta un escollo muy importante para la gente mayor ya que es la única vía de comunicación con el consultorio si no se disponen de medios telemáticos, es decir, la posibilidad de coger cita por internet o por la aplicación móvil de la Conselleria de Sanitat.

«La situación es muy preocupante, las consultas de Medicina Familiar están desbordadas», señala el presidente del sindicato médico CESM-CV, Víctor Pedrera. «Falta personal, pero si ahora se quisiera rectificar y contratar más refuerzos tampoco los habría porque no hay personal disponible ya», critica Pedrera.

De igual modo, el responsable de CESM-CV advierte del posible efecto dominó. «Si Primaria se desborda, pronto la presión asistencial se traslada a las urgencias hospitalarias porque la gente no es atendido en los centros de salud».

En esta misma línea se manifestó el vicepresidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria, Javier Blanquer, quien lamentó «la falta de previsión» a la hora de diseñar las plantillas y los medios. 

Desde el PP de Castellón exigieron ayer la apertura de todos los centros de salud de Castellón, también de los consultorios, ante el «riesgo extremo» de covid.

Puig reconoce "estrés" en Primaria

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, advirtió ayer la situación de saturación en los centros de salud. «Estamos viendo cómo aumentan los ingresos hospitalarios, la Aatención Primaria tiene momentos de estrés importantes y personas que pensábamos que no tendrían ninguna posibilidad de ser infectadas acaban en los hospitales», indicó, al tiempo que volvió a pedir «responsabilidad de cada uno de nosotros», especialmente, a aquellos que participan en botellones. «La pesadilla aún está entre nosotros», remarcó.