Alcalà de Xivert-Alcossebre, que presume de tener el segundo término municipal más grande de la provincia de Castellón (por detrás de Morella), conjunta el mar mediterráneo con la Serra d’Irta. Pocos centenares de metros separan la costa de la montaña. Y en la zona costera de Alcossebre hay más de 30 kilómetros que unen este núcleo con Peñíscola, bordeando el mar, por espectaculares senderos.

Estas pistas forestales cerradas ante el riesgo de incendios por la ola de calor, tras declararse el nivel 3 de preemergencia, ha prohibido el paso a turistas que habitualmente disfrutan de largos paseos andando, en coche, pero especialmente en bicicleta. Pero es difícil de controlar el acceso porque por esa pista se accede a un camping, a un hotel y decenas y decenas de bungalows y casas.

Riesgo de incendio

«La gente entra y sale, no en tanta cantidad porque es consciente de que aquí hay un gran riesgo de incendio. Yo, que resido temporalmente en el camping, obligatoriamente tengo que circular por esta carretera de tierra que lleva a Peñíscola o a Alcossebre», aseguró el zaragozano Ander Comeras, habitual veraneante.

Coches aparcados en el acceso a la pista de la Sierra de Irta JUAN FRANCISCO ROCA

Control

«Durante un par de horas había un coche de la Guardia Civil que ha intentado controlar el tráfico. Preguntaba a la gente a dónde iba. Si decían que ha buscar una clara para nadar y tomar el sol les hacían dar media vuelta. Los que decían que residían en el hotel o camping, podían pasar», destacó el madrileño Rubén del Valle, acompañado por sus hijos pequeños Miguel Ángel y Jorge.

Te puede interesar:

«Esta zona es maravillosa. Espectacular y singular. Sería lamentable que una imprudencia lo echara todo a perder. Yo estos días no utilizaré esta pista, pero veo a muchos coches y gente andando que entra igualmente», agregó la bilbaína María Molano. 

"Sería lamentable que una imprudencia lo echara todo a perder"