El Ministerio de Agricultura ha autorizado de manera excepcional el uso del insecticida metil clorpirifos, un producto prohibido por la UE, para combatir el cotonet, pero los gastos del tratamiento correrán a cargo de la Conselleria y de los propietarios de las parcelas con un porcentaje de daños en la fruta a causa de la plaga superior al 60%. La Generalitat costeará la compra del insecticida y el tratamiento y el agricultor asumirá la responsabilidad (y el gasto) de eliminar y retirar la fruta que quede en la parcela tras la fumigación. Y, aunque el área autonómica de Agricultura estudia ayudas para los productores, a los propietarios de las fincas más afectadas les tocará rascarse el bolsillo. «Una vez más, el Ministerio aporta muy poco dinero y la lucha contra la plaga siempre corre a cargo de los fondos autonómicos y del bolsillo del agricultor», critica Carles Peris, secretario general de la Unió de Llauradors i Ramaders.

Solo en lo que va de año, la Conselleria ha invertido más de 5 millones de euros en luchar contra el cotonet. «El uso del insecticida que acaba de autorizar el Ministerio es una medida muy fuerte, pero hay más», apunta Roger Llanes, secretario autonómico de Agricultura, quien avanza que este año los dispositivos basados en trampas de feromonas llegarán a más superficie citrícola y se ampliará la suelta de depredadores. «Estamos poniendo toda la carne en el asador para intentar controlar la plaga», insiste Llanes.

La guerra para tratar de acabar con el cotonet es total y los agricultores que cumplan los requisitos y de manera voluntaria quieran tratar sus fincas con el insecticida prohibido por Europa, deberán comprometerse a complementar la fumigación con metil clopirifos con la suelta, como mínimo quince días después, del depredador cryptolaemus montrouzieri. 

Medidas higiénicas

Los propietarios de las fincas más afectadas también deberán implementar medidas higiénicas para evitar propagar la plaga durante la recolección de la fruta de la parcela afectada, con lo que habrá que tener especial atención en la desinfección de los cajones y capazos de recolección, así como en la ropa que utilizan los collidors. 

Asimismo, el titular de la explotación tratada con el insecticida ahora autorizado tendrá que firmar una declaración responsable en la que se compromete a no destinar la producción de la parcela ni a consumo humano ni animal. Será la Conselleria de Agricultura la que vele por el cumplimiento de esa condición, así como la que regule el destino final de esa fruta