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DÍA MUNDIAL SIN ALCOHOL

Testimonio de una mujer en alcohólicos anónimos: "Tu vida se vuelve ingobernable"

Alcohólicos Anónimos se reúne en Castelló los lunes, miércoles y viernes de 19.30 a 21.00 horas en la parroquia de San Francisco (Calle Benassal 14)

María José es una mujer de 56 años que ha encontrado en Alcohólicos Anónimos la ayuda que lleva buscando desde hace 20 años: "Empecé en 2001 a buscar ayuda. Hice una peregrinación por psicólogos, psiquiatras, médico de cabecera, coaching... Estuve en un centro de rehabilitación. Ha sido en alcohólicos anónimos donde he encontrado mi solución. Es un programa de 12 pasos. El primero es reconocer que tu vida se ha vuelto ingobernable. Porque así es. Se te vuelve la vida ingobernable, todo te va mal. A partir de ahí, hay que  dar los siguientes pasos. Hacemos son reuniones, donde se lee la literatura y se habla sobre ella. Pero la rehabilitación es propia de cada individuo.

Enfermedad grave

En mi caso, bebí con 10 años u once. La primera vez que probé el alcohol ya me emborraché. A los 14 y 15 años, que volví a beber ya perdí el conocimiento. No existe la capacidad de parar, por eso mucha gente tiene este problema, dice no voy a beber tanto y a la que te das cuenta mientras uno ha bebido un traguito de cerveza tú ya vas por el segundo tercio. El alcoholismo es una enfermedad pero no se concibe como tal, ni el propio alcohólico, ni la familia y amistades. Es una enfermedad progresiva, crónica y grave que va afectando a todas las parcelas de tu vida: laboral, sentimental, emocional, de relaciones sociales... 

«En mi caso, y en muchos, la depresión es causa y consecuencia, como una pescadilla que se muerde la cola. Alcoholismo y depresión van de la mano», señala.

Cuando se decidió a pedir ayuda es que «no podía más». «Yo tenía depresiones muy profundas, bajas laborales, no tenía amistades. Tienes miedo de la gente, te encierras en tu casa. Vas viendo como vas dejando de ser una persona útil y al ser mujer hacer un sobreesfuerzo para cuidar a los hijos y que no se note. Es duro. Cuando la presión es muy alta y no logras hacer frente a la vida, dices voy a beber un poquito para desestresarme. Y acabas en Cuenca. Por ello, invita a aquella persona que note que su forma de beber le causa problemas acuda a pedir ayuda a su médico de cabecera, adonde sea, que verbalice que cree que tiene un problema con el alcohol porque muchas veces los alcohólicos decimos vamos a decir estamos deprimidos o tenemos ansiedad, pero no decimos el porqué. Y es que admitir que se es un alcohólico es un estigma. "Es una vergüenza terrible. Es muy duro reconocer que tienes ese problema, pero es eso o muerte", señala.

"A la familia le cuesta entender que es una enfermedad", señala. "Te dice, por favor, no bebas, pero no es un vicio, es una enfermedad". "En Alcohólicos Anónimos somos unas ocho o nueve personas y siempre decimos. En alcohólicos anónimos no están los que lo necesitan sino los que quieren estar, porque si estuviéramos los que lo necesitamos, en el campo de Castalia no cabemos", señala. Sin embargo, a la dificultad para reconocer el problema e ir a pedir ayuda se une la facilidad de su acceso, a diferencia de otras drogas como la heroína: "El alcohol está en nuestras vidas, cuando te duele una muela, cuando tienes la regla, penas, alegrías...", señala.

Pero salir "tiene muchísimas recompensas. Es una segunda oportunidad de vivir", señala. "Nuestra misión es llevar el mensaje a aquellas personas que están sufriendo nos gustaría decir que AR nos reunimos lunes, jueves y viernes de 19.30 a 21.00 horas en la parroquia de San Francisco de Castelló (C/ Benassal nº 14). Y pueden contactar al 963.917.160.

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