El trastorno por juego se está consolidando como una de las conductas más importantes por las que acude a tratamiento y supone uno de cada cuatro pacientes que acude al centro de día de Patim en los últimos cinco años. Así lo refleja el presidente de Patim, Francisco López y Segarra. De hecho, en los últimos cinco años el juego sigue su avance hasta convertirse en la segunda causa de tratamiento en el centro de día.

Cocaína

La entidad ha hecho público un estudio sobre la evolución de los pacientes que han pasado por el centro de día de Patim en los últimos treinta años con motivo de la celebración este lunes del aniversario de la fundación de Patim. Este analiza los expedientes de 699 personas atendidas, desde los años noventa hasta la actualidad. En él se pone de relieve que la cocaína mantiene su hegemonía. Sola y asociada al alcohol supone un 28,62% de aquellos pacientes con varios tratamientos a sus espaldas. Sin embargo, si ampliamos este binomio añadiendo las personas que también utilizan esta sustancia estimulante junto con heroína, el porcentaje se amplía hasta alcanzar el 44,64% del total de casos.

Heroína

Por su parte, la heroína, –sola y combinada con cocaína-, que es la droga principal en el 27,46% de los casos. “Es una sorpresa si tomamos como referencia el 8% que este mismo grupo representa entre los casos atendidos el año pasado”, explica el responsable del centro de día, Ariel de Lucas.

Por otro lado, un 40% de la población atendida supera los cincuenta años y acumula una dilatada trayectoria personal y laboral donde alternan etapas de consumo y otras de estabilidad.

Reincidentes

Por lo que respecta a los pacientes reincidentes, un 24,93% tienen entre 50 y 57 años. Y un 14,33% más de 58 años. El análisis de la población atendida deja clara que existe un grupo de población mayor que sigue vinculada con el consumo de drogas y tiene el centro de día como un lugar de referencia. De Lucas atiende cada semana a varios de estos pacientes “veteranos” y defiende que hay muchos casos en los que alternan etapas de vida normalizada con otras de consumo. “Quizás no son capaces de mantener durante mucho tiempo las estrategias que han aprendido para afrontar situaciones que les superan o porque presentan otros trastornos, vinculados en mayor o menor medida al abuso de las drogas, pero ese es su ritmo de vida y hemos de darnos cuenta que esta situación es cada día más normal y adaptarnos”, sentencia. 

Hombres

La brecha de género también es evidente en quienes acuden al centro de día de Patim en busca de apoyo tras una recaída. El 80,97% de las personas atendidas son hombres. Una situación que Patim ha identificado hace varios años y ante la que ha respondido con la puesta en marcha de dos servicios específicos para mujeres en Castellón, dos viviendas tuteladas, una de ellas vinculada al tratamiento y otra encaminada a favorecer la inserción sociolaboral. 

 

Enfermos crónicos

Desde Patim consideran una prioridad la adaptación de los servicios para aquellos pacientes que no van a volver a trabajar porque tienen una incapacidad permanente o son pensionistas y necesitan recursos de baja exigencia. “Las adicciones son una enfermedad crónica, como el tabaquismo o la diabetes pero mucho más estigmatizada, y me atrevería a decir que junto con el VIH o la salud mental son las que generan una mayor exclusión social”. 

Más de 8.000 historias

Aunque Patim se constituyó en 1985, el estudio descarta los cinco primeros años de trabajo de la organización porque la recogida de información no estaba sistematizada en la entidad. En los próximos meses, se actualizará la base de datos introduciendo los nuevos expedientes y aquellos pendientes de informatizar. Cuando se complete este proceso, el equipo técnico del centro de día dispondrá de una herramienta que permitirá conocer otros aspectos y profundizar en un perfil -más global- que integran más de 8.000 casos atendidos en casi cuatro décadas de trabajo.