La eclosión de nuevos contagios que se está produciendo amenaza con colapsar los centros de salud, pero también la actividad económica. El complicado equilibrio sobre salud y economía ha vuelto a entrar en juego. A diferencia de olas epidémicas anteriores, la mayoría de los actuales infectados tienen dolencias leves o son asintomáticos, gracias a la amplia cobertura vacunal.
Con este escenario el Ministerio de Sanidad y las comunidades han dado un nuevo paso en la gestión de la pandemia y han decidido acortar los aislamientos de los infectados asintomáticos de 10 a 7 días, a partir de los positivos diagnosticados desde hoy.
Ayer había 6.176 castellonenses confinados por haber dado positivo en los últimos 10 días, según datos de la Conselleria de Sanitat. A priori, estos deberán seguir cumpliendo 10 días de aislamiento.
De igual modo, esta reducción también se aplicará en las cuarentenas que deben guardar aquellos no inmunizados con la pauta completa, sobre todo, los niños menores de 11 años que hayan estado en contacto directo con un positivo.
Tras el Consejo Interterritorial del Sistema de Salud, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, justificó la decisión de reducir los confinamientos a siete días debido a que ómicron, que empieza a ser mayoritaria por su rápida transmisión, tiene un «menor período de incubación» que las variantes anteriores. Antes del Consejo, en el seno de la Comisión de Salud Pública, en la que están representadas las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad, acordaron «por unanimidad» esta medida de importante alcance.
Monitorizar ómicron
«Es una variante más transmisible y con mayor capacidad de contagios. Hasta ahora los casos presentan una mayor levedad respecto a olas anteriores. El comportamiento del período de incubación de ómicron no es el mismo, de ahí la necesidad de hacer esta modificación. Tendremos que monitorizar la evolución día a día con especial seguimiento a la positividad, hospitalización y UCI», reflexionó Darias.
El director del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), Cristóbal Belda-Iniesta, también coincidió con la opinión de la ministra. «Desde el momento de contacto con un positivo hasta los síntomas, en las primeras olas de la pandemia esos períodos de ausencia de sintomatología podían ser muy prolongados. Conforme han ido evolucionando las distintas olas y las distintas cepas, hemos visto que ese período de incubación se acorta mucho en el tiempo. Por tanto, el período de incertidumbre se reduce», argumentó Belda-Iniesta.
Por otra parte, la titular de Sanidad defendió por qué se ha optado por acortar las cuarentenas pese a que aún no se ha pronunciado la Ponencia de Alertas. Según la ministra, estos expertos han comunicado que «necesitaban más tiempo» para tomar la decisión, pero que «no veían mal la posibilidad de bajarla a los siete días».
Cambios en otros países
Esta medida va en la línea de países como Reino Unido (siete días), Grecia (cinco días) o Estados Unidos (cinco días), que han acortado el aislamiento de los contagiados ante la nueva etapa en la que entra la pandemia. Italia Y Francia también está ahora estudiando acortar los confinamientos.
Los expertos creen razonable acortar los confinamientos
Expertos como el especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública e investigador de Fisabio, Salvador Peiró, consideró ayer «razonable» reducir la duración de los confinamientos y cuarentenas «porque la explosión de contagios, la mayoría de ellos leves, puede afectar de forma muy negativa a los servicios esenciales».
Este reconocido experto que asesora también al Consell sobre la pandemia consideró que tener 10 días a personas confinadas sin ninguna dolencia puede ser ahora demasiado, ya que se cree que a partir del quinto día ya no transmiten la enfermedad. «No podemos aplicar reglamentos o normativas de meses atrás cuando la población no estaba vacunada», apuntó, al tiempo que insistió en la necesidad de avanzar en la tercera dosis.