La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, que coordina las políticas energéticas del Gobierno, admitió que las medidas adoptadas para ayudar a los grandes consumidores de gas, como el sector cerámico de Castellón, que emplea a 16.000 personas en la provincia, se limitan a introducir flexibilidad en los contratos de suministro de gas y en el volumen que pudieran adquirir y el precio, aunque ha admitido que "esto no es suficiente".
Ribera, que ayer compareció en València con motivo del acto Diálogo 5+5 del Mediterráneo Occidental, señaló que el sector azulejero requiere "una particular atención", como le presta la ministra de Industria, porque está "particularmente castigado", ya que a la subida del precio del gas tiene "la dificultad añadida" de que buena parte de la materia prima básica procedía de Ucrania.
Así, ha constatado que los consumidores industriales de gas son "muy sensibles", y se está viendo "cómo actuar inmediatamente", ya que los grandes consumidores de gas tienen un punto de partida "más complicado" porque el precio del gas es "absolutamente independiente de la capacidad de intervención del Estado".
También indicó que hay un contacto "reiterado" con las organizaciones que representan al clúster castellonense. Tanto la patronal cerámica, Ascer, como la de esmaltes, Anffecc, reclaman actuaciones como la disminución de impuestos y la adopción de ayudas directas para salvaguardar a sus empresas. Unas medidas que también reclama la patronal autonómica, CEV, con un listado de seis puntos, en los que además de estas actuaciones expone la creación de una plataforma centralizad europea de gas natural o alargar la vida útil de las centrales nucleares.
Precio de la luz
En cuanto al precio desbocado del coste de la electricidad, la ministra insistió en que "la preferencia" del Gobierno es esperar a que la UE resuelva sobre la posibilidad de autorizar topes al precio de la luz, pero no ha descartado la hipótesis de adelantarse "si hay retrasos y fuera urgente". "La gente y la industria no puede esperar", ha recalcado.
Así, el Gobierno quiere que las decisiones "se tomen de forma coordinada a nivel europeo" para ser "más eficaces" en el impacto de las medidas, como con la coordinación del desembarco, almacenamiento o compra de gas, pero "también porque si se adoptan medidas adicionales que supongan la alteración temporal de las reglas del precio del mercado eléctrico, debe hacerse al amparo de las medidas coordinadas a nivel europeo".
No obstante, "si fuera urgente y se retrasaran esas decisiones" sobre la propuesta de minoración de las ganancias "excesivas" de las compañías eléctricas como consecuencia del gas, no descarta la hipótesis de "tomar decisiones por nosotros mismos", porque el precio de la energía pone en una situación "muy difícil" a nuestra industria y familias.
