Lola Guillamón ha recibido esta semana el Premio Mujeres del Mediterráneo, un galardón con el que este periódico ha querido reconocer su trayectoria como mujer y empresaria. En una entrevista a este periódico señala que a su juicio la Administración no ayuda lo suficiente a la cerámica. En lo referente a igualdad, también admite que a las mujeres se les cuestiona más que a los hombres por el simple hecho de serlo.

¿De qué se siente más orgullosa?

Seguramente de lo que estoy más orgullosa en mi vida es de la parte más personal, de haber contado con una madre extraordinaria, con un marido que siempre ha estado a la altura de cualquier circunstancia por difícil que fuera, de unos hijos que nunca me han reprochado nada y han facilitado siempre mis labores tanto dentro como fuera de casa y del apoyo de personas de absoluta confianza que han estado siempre conmigo, ya que gracias a todos ellos he podido trabajar libremente, dedicarme a lo que me gusta y desarrollarme como mujer, como persona y también profesionalmente.

Usted se convirtió en empresaria muy joven, en una época en la que no era nada común que una mujer tomara las riendas de una empresa. ¿Lo tuvo más difícil por el hecho de ser mujer?

Todas las mujeres lo tienen más complicado por el hecho de serlo. Aunque los tiempos hayan cambiado, se nos exige más que a un hombre, pero yo no concibo otra forma de trabajar que no sea formando tándem con ellos. Creo que sumar las diferentes visiones y formas de trabajar a un equipo hace que gane todo el equipo y que todos los implicados se sientan orgullosos de los otros. Así se acaban obteniendo magníficos resultados por los beneficios que comporta trabajar conjuntamente y ayudarse unos a otros para conseguir un objetivo común.

Afortunadamente la situación de la mujer en la actualidad tiene poco que ver con la de hace unas décadas, pero la realidad (y los datos) demuestran que aún se está lejos de conseguir la igualdad real. ¿Qué pasos cree que faltan por dar?

Las mujeres y los hombres somos diferentes por nuestra propia naturaleza, pero eso no significa que ambos no seamos capaces de hacer y desempeñar las mismas tareas. Creo firmemente que aquello que puede hacer un hombre, también lo saca adelante una mujer, incluso a veces con mejores resultados, pero es cierto que a nosotras se nos cuestiona más que a ellos por el simple hecho de ser mujeres.

En junio fue reelegida presidenta de la Cámara de Comercio y en su discurso anunció que uno de los objetivos sería abrir la institución a toda la provincia. ¿Qué pasos están dando?

Como sabe, la Cámara de Comercio tiene viveros, proyectos y antenas en diferentes localidades, y estamos presentes en el día a día de nuestras empresas y de la sociedad de la provincia de Castellón. En formación desarrollamos aquellas actividades que puedan beneficiar a las personas a conseguir unas habilidades y unas competencias que les doten de las herramientas necesarias a la hora de enfrentarse a un trabajo. En internacionalización estamos al lado de nuestras empresas exportadoras; en creación de empresas ofrecemos un servicio personalizado acompañando y aconsejando a los emprendedores locales desde el minuto cero, somos una Cámara abierta y cercana, dispuesta a ayudar a resolver problemas de forma efectiva a toda la ciudadanía de la provincia de Castellón.

La economía provincial está atravesando por un momento complicado, con unos precios sin freno y una crisis energética que está golpeando a empresas y autónomos. ¿Augura un frenazo en la actividad tal y como pronostican todos los informes económicos? ¿Vienen meses muy complicados?

No seré yo quien le quite la razón a los informes hechos por expertos economistas, el panorama pinta feo pero confío ciegamente en el empresariado castellonense porque se ha enfrentado a otros retos y otras crisis y las ha superado siempre con nota, aunque cierto es que cada vez las situaciones son más complicadas de tirar adelante y se hace todo más cuesta arriba.

 ¿Qué hace o puede hacer la Cámara para dar respaldo a aquellas empresas más afectadas por los altos precios de la energía?

La Cámara está al lado de las empresas en los diferentes foros en los que alzan la voz y no solo les acompaña sino que plantea, pone sobre la mesa y apoya las soluciones que cada sector considera necesarias para hacer frente a esta situación. 

Aunque todos los sectores lo están pasando mal, en Castellón preocupa en especial la evolución del azulejo. ¿Cree que la Administración central y autonómica están haciendo lo suficiente para ayudar a la actividad cerámica?

Es evidente que no es suficiente cuando hay empresas del sector azulejero con una larga trayectoria que están o bien cerrando o bien acogiéndose a ERTES, por la situación que están viviendo con unos precios continuamente al alza en materias primas y con unos costes desorbitados en energía que hace que no sea rentable.  

Los empresarios frecuentemente se quejan de las trabas y la lentitud con la que trabaja la administración. ¿Sobra burocracia? ¿Qué aspectos habría que mejorar?

La burocracia es necesaria porque garantiza que se realizan las cosas como deben hacerse, no obstante, la lentitud en los procedimientos merma las posibilidades de resolución rápida de las empresas y eso hace que algunos proyectos se trunquen o se eternicen sin posibilidades de sacarlos adelante en el momento que se debían sacar, por lo que cuando salen, ya nacen obsoletos. Un exceso de burocracia puede resultar letal para los proyectos empresariales, por lo que combatirla siempre debe ser una prioridad.

Las infraestructuras siguen siendo uno de los grandes caballos de batalla de los empresarios de Castellón y la realidad es que pasan los años y los pasos que son muy lentos. ¿Por qué es tan importante que lleguen cuanto antes proyectos como el Corredor o el acceso sur al puerto?

Estos proyectos garantizan una mejora en la competitividad de nuestras empresas en un mundo globalizado, y de ahí su importancia ya que queremos competir teniendo las mejores condiciones e infraestructuras de nivel.

Otro tema que preocupa es la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. Los sindicatos reclaman subidas salariales mucho más fuertes de las que están dispuestos a aceptar los empresarios. ¿Cuánto hay que subir los sueldos?

Depende del sector, de los acuerdos a los que lleguen entre patronal y sindicatos, pero también de la valía profesional de cada persona, siempre teniendo unos mínimos cubiertos y teniendo en cuenta que el empresariado apuesta su dinero para poder crear riqueza en el territorio donde tiene implantada su empresa y., de ese modo, poder dar empleo de la mejor calidad posible. La empresa es una conjunción de empresarios y trabajadores. Todos vamos en el mismo barco, de ahí que todos debemos ser responsables para que navegue de la mejor manera, también y sobre todo cuando soplan malos vientos y nos atizan las tempestades.