Lleno en la hostelería de Castellón en la primera Navidad sin vetos por el covid

Castellón ha vuelto estas navidades a disfrutar de las cenas de empresa, las comidas familiares y el ocio nocturno con normalidad. Tras dos años durísimos de pandemia, con numerosas restricciones para la hostelería y las reuniones sociales, la provincia ha recuperado por completo --y a pesar de la crisis energética y la inflación-- el ambiente festivo, con terrazas hasta la bandera y restaurantes que cierran los libros de reservas en sus locales. Ejemplo de ello fue la jornada de Nochebuena, con un gran ambiente festivo en la capital de la Plana. Céntricas zonas como la de las tascas, la plaza de las Aulas o Hernán Cortés se abarrotaron de grupos de amigos y familiares disfrutando del vermut de la mañana o del tardeo, con conciertos en los pubs, antes de cenar en familia en sus casas. 

Pasada la medianoche, la fiesta continuó en las discotecas de Castelló hasta altas horas, donde lejos quedan ya los aforos de la pandemia y se puede bailar ahora sin limitación de movimientos. 

El día de Navidad, restaurantes como Rústico, de Castelló, sito en la avenida Casalduch, sentaban a sus mesas a muchas familias. Hubo quien optó por la tradicional paella --con pelotas, en algunos casos-- y quien prefirió comenzar por variados entrantes y seguir con carne o pescado. A la hora del postre, no faltó el guiño a los turrones y polvorones.

Ayer colgaron el cartel de completo en Voramar de Benicàssim y también en Palasiet, donde la jornada primaveral vivida invitaba, además, a dar un agradable paseo por la playa.

Tampoco se quedaron atrás en el Grau, donde la plaza del Mar era un auténtico hervidero y conseguir mesa, casi un reto.

Desde la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castellón (Ashotur), el vicepresidente, Luis Martí, reconoce que «la evolución de reservas es extraordinaria y está en línea con el año 2019». A más ha ido también la opción de los menús para llevar, afianzados durante la pandemia del coronavirus.