ECONOMÍA

La venta de viviendas se enfriará en 2023 en Castellón tras el mejor año desde el ‘boom’

Las transacciones han subido un 12% este ejercicio en Castellón y el sector moverá 1.800 millones de euros

Un hombre mira unos carteles en el escaparate de una inmobiliaria.

Un hombre mira unos carteles en el escaparate de una inmobiliaria. / RAMÓN FERRANDO

Elena Aguilar

Elena Aguilar

El mercado de la vivienda cerrará el 2022 en Castellón con cifras que no se veían desde el 2008, el año del estallido de la burbuja inmobiliaria. Las operaciones de compraventa han aumentado este ejercicio por encima del 12% y el precio medio ya se sitúa en 100.534 euros, el valor más alto en una década. Sin embargo, el 2023 podría traer cambios, y no pequeños. El ritmo de las operaciones se sosegará, como también lo hará la espiral alcista en la que están zambullidos los precios tanto de las compraventas como de los alquileres. Y todo por los préstamos hipotecarios, que durante el año que está a punto de comenzar serán más caros y menos accesibles.

Quienes se dedican a las transacciones inmobiliarias definen el 2022 como el año de la reactivación definitiva del mercado de la vivienda, con una demanda que ha batido todas las expectativas «Va ser un ejercicio muy bueno, con unas cifras de compraventa que hacía tiempo que no se veían», resume Francisco Nomdedéu, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Castellón. Y los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) vienen a darle la razón. Entre enero y octubre se formalizaron en la provincia 16.697 operaciones inmobiliarias, casi 2.000 más que en el mismo periodo del año pasado, con lo que todo apunta a que el presente ejercicio acabará rozando las 19.000 transacciones. 

La compraventa de vivienda moverá este año en la provincia más de 1.800 millones de euros y para 2023 las previsiones no son nada malas. Y eso que todos los expertos dan por sentado que el ritmo del mercado lo marcará el alza de las hipotecas. «Esperamos un menor dinamismo por la subida de tipos y el clima de incertidumbre, pero para nada vemos el vaso medio vacío. Quizás las cifras vayan un poco a la baja, pero no será un mal año», asegura el presidente de los API.

El inversor domina el mercado

Karina Alcalde, gerente de Maseka Inmobiliaria, con sede en la calle Trinidad de Castelló, también augura una cierta ralentización en las operaciones, aunque insiste en que el mercado sigue en forma. «No es momento de vender, sino de comprar», argumenta. Y los motivos hay que buscarlos en los precios. «Estamos viendo como se están frenando. De hecho, hay propietarios que se negaban a negociar a la baja y ya lo están haciendo porque empiezan a ser conscientes de que, en caso contrario, no van a vender el piso», apunta Alcalde que explica que quien compra casa en la provincia es, mayoritariamente, el inversor. «Es el perfil más importante. Comprar para acondicionar y alquilar, ya que en Castellón seguimos teniendo la tasa de rentabilidad más alta de todo el país y la falta de pisos para arrendar continúa siendo muy notable».

 El ritmo de compraventas no crecerá a la misma velocidad y así lo pronostican también desde el portal Idealista. «Para 2023 estimamos una caída del volumen de transacciones hipotecarias para compra de vivienda respecto a este año, aunque seguramente sigamos viendo un fuerte dinamismo en el cambio de hipotecas variables a fijas», explican. Lo que no auguran es una caída generalizada de los precios de las viviendas. «Lo más probable es que se enfríen y tomen una senda estable tras el alza experimentado en los últimos meses», sentencian.

Un 30% más de agentes inmobiliarios

La compraventa de viviendas superará este 2022 todas las expectativas y con un mercado en plena ebullición es fácil entender porqué en los últimos meses la cifra de agentes inmobiliarios no ha dejado de crecer. «Cada vez somos más y las perspectivas en los próximos meses es seguir creciendo», apunta Francisco Nomdedéu, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Castellón, que estima el incremento de profesionales en un 30%.

El sector inmobiliario vuelve a ser atractivo a la hora de abrir un nuevo negocio en la provincia, pero hay otro factor que explica el alza de profesionales. Se trata de la nueva normativa que ha impulsado la Conselleria de Vivienda y que desde el pasado octubre obliga a todos los agentes inmobiliarios a inscribirse en un registro para poder ejercer. Un instrumento, largamente reivindicado por el sector, y cuyo objetivo es evitar el intrusismo y dotar de «garantías y seguridad» a los consumidores y a los propios profesionales. «En estos momentos en el Colegio de Castellón somos 150 agentes y estamos convencidos de que el número irá todavía a más», augura Nomdedéu.

Aunque estar inscrito en el registro es obligatorio, los profesionales disponen de un año de moratoria (hasta octubre del 2023) para poder cumplir con los requisitos que exige la nueva normativa y poder inscribirse. El decreto para la creación de este Registro de Agentes de Intermediación Inmobiliaria de la Comunitat Valenciana se aprobó en julio, aunque no fue hasta octubre cuando se activo. La norma incluía los requisitos que debía cumplir cualquier persona física o jurídica que quiera dedicarse a esta actividad. 

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