REPORTAJE

El efecto 'veroño' deja en Castellón una lluvia de robellones en plena Navidad

Las temperaturas atípicas por el cambio climático dejan una eclosión de robellones en zonas como Vilanova d’Alcolea, Atzeneta o Benafigos

Imagen de ejemplares recolectados por propietarios de masías de la provincia esta Navidad.

Imagen de ejemplares recolectados por propietarios de masías de la provincia esta Navidad. / BIGNÉ

El regalo de Reyes para los amantes de la micología ha sido este año poder recolectar setas por Navidad. Las temperaturas atípicas registradas este invierno en Castellón --denominado veroño y con unas soleadas jornadas más propias de primavera que de los meses más fríos del año-- han dejado una eclosión tardía de robellones en puntos de la geografía provincial con cotas relativamente bajas. Así, vecinos de Vilanova d’Alcolea, Atzeneta o Benafigos han desempolvado sus cestas de mimbre para coger níscalos durante los últimos días del 2022 o las primeras jornadas del nuevo año. Destacan, además, que se trata de ejemplares «muy sanos», «nada agusanados» debido a las temperaturas moderadas de las últimas semanas.

Y es que, aunque la temporada del robellón --la seta más popular de la provincia, aunque ni de lejos de las mejores-- suele situarse en Castellón entre septiembre y finales de noviembre, las variaciones meteorológicas están causando cambios en su periodo de aparición. 

El cambio climático: Día de Todos los Santos con baños en el mar

Y es que los efectos del cambio climático son tan evidentes que, como ya publicara Mediterráneo, muchos castellonenses recibieron el mes de noviembre con chapuzones en playas de Benicàssim y Peñíscola el pasado puente de noviembre. El Día de Todos los Santos se sobrepasaron en la provincia los 26 grados. Sin duda, otra prueba más de que el denominado veroño es una realidad incuestionable.

En concreto, los níscalos son setas de temporada otoñal y empiezan a salir en zonas de mucha altura, como por ejemplo Vistabella o Xodos, a finales de verano si ha habido lluvias. A partir de tres semanas después de esas precipitaciones y si la temperatura del suelo no ha sido inferior a 9º los primeros ejemplares harán su aparición en zonas de pinar.

Cambios en la tradicional temporada

Con la actual prolongación del verano, que deja temperaturas todavía muy elevadas bien entrado el mes de octubre, la temporada del robellón se ha visto muy afectada en la última década en la provincia. Cierto es que las tormentas de verano avanzan a finales de agosto o principios de septiembre la aparición de los níscalos en el entorno de Penyagolosa, en El Toro o también en Vilafranca y las vecinas localidades turolenses de Cantavieja o Mosqueruela. Sin embargo, el calor prolongado también hace inviable el crecimiento de las setas sin la presencia de gusanos, que con frecuencia echan a perder una cesta entera de ejemplares recolectados.

A la hora de salir al monte a buscar setas, los expertos recuerdan la importancia de coger solo especies conocidas para evitar intoxicaciones. Asimismo, es fundamental orientarse correctamente, no alejarse excesivamente del lugar donde se haya aparcado el coche y tener cobertura en el móvil. En pleno invierno, no hay que olvidar ropa de abrigo, agua y algo de comida por si nos perdemos.