El reparto de ayudas del Gobierno a la cerámica continúa repleto de interrogantes

El Congreso de los Diputados volvió a la actividad después de las vacaciones navideñas, con un pleno que incluyó en el orden del día la ratificación de las medidas aprobadas en el Consejo de Ministros del 27 de diciembre. Un paquete de actuaciones dedicado de manera genérica a las consecuencias de la guerra en Ucrania, que incluía ayudas directas para hacer frente al sobrecoste energético de sectores como la cerámica.

El real decreto ley pudo salir adelante gracias a los apoyos de socios de investidura del presidente del Gobierno y la abstención del PP, pero esta ratificación no ha aportado nuevas claves al mecanismo de ayudas. Por un lado, se dispone de 500 millones de euros en créditos ICO para ayudar a la liquidez de las empresas, mientras que la subvención directa se cifra en 450 millones de euros, a conceder no solo entre las empresas azulejeras, sino a una veintena de sectores gasintensivos más.

Plazo de hasta seis meses

Fuentes del Ministerio de Industria han señalado que siguen en la elaboración de las bases que determinarán el reparto del dinero. El decreto del Gobierno establece que hay un plazo máximo de seis meses para tener listo este documento, aunque la ministra Reyes Maroto, en una entrevista concedida a Mediterráneo, manifestó su compromiso de acelerar los plazos. Por el momento, ya ha transcurrido un mes. Disponer cuanto antes de este dinero fue, precisamente, la principal reivindicación que transmitieron las patronales de la cerámica (Ascer) y los esmaltes (Anffecc) a la vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, en su reciente visita efectuada a Castelló.

El otro interrogante tiene que ver con la manera de distribuir las ayudas. La ministra Maroto afirmó en este periódico que «los más afectados por el incremento de costes que puedan justificar reducciones en sus resultados económicos van a tener una mayor intensidad de ayudas». Según Ascer, la factura del gas superó los 2.000 millones de euros en el 2022, lo que ha supuesto unas pérdidas de 1.000 millones en el conjunto del sector. Solo el reglamento aportará luz a estas dudas.

Esmalteras

Ya ocurrió con las ayudas anteriores: las empresas de esmaltes y fritas consumen grandes cantidades de gas, pero quedaron excluidas inicialmente. Una situación que se vuelve a dar ahora. Reyes Maroto comentó la posibilidad de incluir a estas industrias, una idea que también expresó en Castellón Nadia Calviño.

La otra gran duda tiene que ver con el tiempo que tardará en hacerse efectivo el cobro de este dinero. Primero hay que esperar a tener la normativa y, como muy tarde, será en junio. Luego hay que estudiar las solicitudes, aprobarlas y pagarlas. Hay empresarios que temen que, cuando lleguen, ya sea demasiado tarde. 

Pendientes de la reunión del clúster con la Generalitat

El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha expresado en las últimas semanas la determinación de convocar a los representantes de las agrupaciones empresariales del clúster para detallar las ayudas que se han presupuestado desde la administración autonómica. La primera parte de estas medidas ya está en marcha, con los créditos del Institut Valencià de Finances, dotados con 50 millones de euros. La suma de las solicitudes es de 54 millones, por lo que se baraja la idea de proceder a una ampliación.

La otra medida supone una ayuda directa de 50 millones, con la propuesta por parte de la Generalitat de repartir a las empresas 5.000 euros por cada uno de sus trabajadores. Algo que se concretará cuando se celebre una mesa de la cerámica. A este importe se unirán otros 10 millones para sectores productivos de la Comunitat como el calzado o el textil.

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