LA BAJADA DEL 5 al 3% REQUIERE DOS TERCIOS DE LES CORTS

Los tránsfugas de Ciudadanos bloquean la reforma de la ley electoral

En Castellón, solo Partido Popular y Vox rechazan los cambios al considerar que responden a los cálculos políticos

Dos de los diputados no adscritos, Serna y Salmerón.

Dos de los diputados no adscritos, Serna y Salmerón. / MEDITERRÁNEO

Diego Aitor San José

En la Edad Media, los mapas se cortaban en mitad del Atlántico. Más que por un efecto cartográfico, el motivo era la verdadera creencia de la época de que en mitad del océano estaba el fin de una Tierra plana, con un acantilado hacia el abismo y bestias que impedirían cualquier continuidad. La posible reforma electoral, como publicó Mediteráneo, ha topado en los seis diputados del grupo de no adscritos de Les Corts ese abismo.

El cambio de posición de Ciudadanos, con refundación formal en todo el Estado y elección de una nueva síndica en el parlamento autonómico, respecto a la reforma de la ley electoral ha despertado algunas ilusiones en el Botànic de poder llevar a cabo una modificación que vienen planteando desde su llegada al poder en 2015. Garantizar primarias, listas cremallera o medidas de ahorro son algunas de las reclamaciones habituales entre las que destaca bajar la barrera electoral del 5 al 3%.

Esta es una reivindicación que casi se podría calificar de histórica para partidos como el Bloc o EU que se han topado a lo largo del autogobierno valenciano con el muro del 5% de los votos para obtener representación. Ahora cambiarla le interesa a Ciudadanos, con malos augurios demoscópicos y a los que un descenso de ese listón les podría ayudar en su objetivo de remontada. «Estamos aún a tiempo», dijo ayer su síndica, Mamen Peris, que se abrió a explorar ese cambio. 

No salen los números

Sin embargo, los números siguen sin salir. Para sacar adelante una reforma de la ley electoral, aunque sea solo el punto de la bajar el listón para tener representación en Les Corts, se necesitan dos tercios de la cámara, 66 diputados. El Botànic obtuvo 52 escaños en 2019 por lo que necesitaría 14. Cs logró 18. ¿Asunto arreglado? No tan rápido. Porque hoy el grupo parlamentario que dirige Peris no tiene 17 integrantes sino 13 tras la marcha de cinco diputados a los no adscritos. Faltaría uno. 

El voto decisivo, en caso de que la propuesta llegase a debatirse en el pleno, estaría en los seis diputados no adscritos. Cinco salieron de Ciudadanos tras la marcha de Toni Cantó, mientras que la sexta es ex de Vox. Su apoyo a esta rebaja electoral podría dar un impulso a los naranjas para continuar una legislatura más en el parlamento valenciano, sin embargo, las posibilidades de que prosperen son nulas porque ya han expresado que no votarán a favor. 

«No beneficia en nada a los valencianos, solo sirve para provocar que partidos extremistas o localistas entren en Les Corts para atar las manos al Consell», indica Jesús Salmerón, uno de los cabecillas de este grupo de parlamentarios. Sin el voto de ninguno de los seis diputados no adscritos es prácticamente imposible que salga adelante, con Vox y el PP en contra. El abismo de la barrera electoral está en los escaños del fondo. 

Trasladado el asunto a la provincia de Castellón solo se escuchan voces contrarias en el Partido Popular y Vox. La presidenta del PPCS, Marta Barrachina, considera que «en este momento no tiene sentido ni urgencia el cambio» y lo ve como «una forma de intentar mantener el sillón por parte del algunos». «No es lo que importa ahora a la ciudadanía», sentencia.

Su homóloga en Vox, Llanos Massó, confirma que su formación no apoyará la reforma: «Es una voluntad de los partidos que ven peligrar su representación y supondría ahondar más en la paridad en las listas», argumenta.

"Pluralidad"

En la otra cara está Ciudadanos. La portavoz en la Diputación, Cristina Fernández, se muestra partidaria: «Lo importante es que se llegue a un acuerdo y que sea por unanimidad, ya se cambie la barrera a un 3 o a un 4%», señala.

Desde Unides Podem, la diputada Marisa Saavedra coincide, alegando que se trata de «una cuestión de representación democrática y no de cálculos electorales», pues «los sondeos y encuestas se han equivocado con nosotros en muchas ocasiones».

El secretario general de la provincia del PSPV, Samuel Falomir, defiende la pluralidad y cree que supondría «tranquilidad» tanto para Podem como para Cs o PP, si bien acepta la dificultad para que se materialice el cambio.

Por su parte, el portavoz de Compromís en Diputación, Ignasi Garcia, también relaciona la reforma con una «cuestión de democracia». «Si estamos a tiempo, habría que hacerlo, pues la situación actual solo beneficia a la vieja política bipartidista», valora el de la formación valencianista. 

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