La decisión del Ministerio para la Transición Ecológica de dar luz verde a la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del macroproyecto fotovoltaico Magda y despejar así el camino para que las dos empresas promotoras instalen 258.622 paneles solares en les Coves de Vinromà y Benlloc y levanten una línea eléctrica de muy alta tensión (MAT) que atravesará once municipios de Castellónha supuesto una bofetada, y de las grandes, para la inmensa mayoría de los alcaldes de las localidades afectadas. Y también para sus vecinos. «Esto es un despropósito. Todos estamos a favor de las renovables, entendemos que el camino son las energías limpias, pero lo que no podemos aceptar es un macroproyecto que inundará la zona más bonita de nuestro pueblo de placas solares. Y, encima, nos atravesará otra línea de alta tensión», argumenta Àngel Ribés, alcalde socialista de Benlloc, una de las localidades del interior más afectadas por la megaplanta solar y sus líneas de evacuación.
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A Ribés le faltan adjetivos para describir cómo ha recibido el pueblo la noticia y, lejos de rendirse, anuncia batalla. «Aquí somos pocos pero peleones. Vamos a hacer lo que sea necesario para que esta barbaridad no salga adelante».
A Benlloc la Magda le afecta por partida doble y a Vilafamés por la línea de evacuación que servirá para transportar la energía desde las plantas solares a la subestación de la Plana, en Almassora. «El impacto en nuestro municipio va ser brutal. Ya nos atraviesa la MAT de Red Eléctrica y ahora nos pasará la de la Magda. Una barbaridad», apunta su alcalde, Abel Ibáñez, también del PSPV y que recuerda que tanto el ayuntamiento como los vecinos y asociaciones presentaron alegaciones .
Sentimiento de ninguneo
El rechazo de los alcaldes a un proyecto impulsado por dos empresas extranjeras (la francesa Premier Grupo y la china Vakuo) y que va a suponer una inversión superior a los 95 millones no entiende de colores políticos. Vicente Pallarés, primer edil de Sant Joan de Moró, del PP, y también diputado provincial asegura que decisiones como esta demuestran que los municipios del interior apenas tienen voz. «La aprobación de la DIA es una noticia pésima para el interior», explica el alcalde una localidad que todavía está batallando contra la MAT de Red Eléctrica (unirá Morella con Almassora). «Hemos recurrido a un bufete de abogados para presente un contencioso por esta línea de muy alta tensión y ahora dan luz verde a que nos atraviese otra MAT. Si no queríamos caldo, tenemos dos tazas», explica tirando de refrán.
La alcaldesa popular de Vall d’Alba, Marta Barrachina, asegura que la decisión del Gobierno no le sorprende. «Ya lo esperábamos», afirma al tiempo que pide el apoyo de la Diputación para los municipios afectados y critica la pasividad de la Generalitat. «El Consell no ha hecho lo suficiente para defendernos», sentencia. De los 52,7 kilómetros de la ueva MAT de la Magda, ocho discurrirán por el término de Vall d’Alba.
Barrachina asegura que el ok al proyecto Magda estaba cantado y Héctor Ramos, alcalde de Borriol (Compromís), reconoce que tenía la esperanza de que el proyecto no iba a salir adelante. «Ha sido una decepción muy grande. Hemos luchado mucho para parar tanto la MAT como la Magda y ahora sentimos una impotencia total», dice.
Muy crítico es también Francisco Juan Mars, alcalde popular de Alcalà de Xivert. «La aprobación de la DIA demuestra lo lejos que están en el Gobierno de los intereses de nuestros pueblos. Tenemos claro que las renovables son positivas pero hay modelos de plantas más respetuosos», sentencia. La alcaldesa de Les Coves y el primer edil de Vilanova d’Alcolea declinaron hacer declaraciones.
El clamor de los alcaldes es prácticamente unánime y Compromís ha pasado ya a la acción. El senador nacionalista, Carles Mulet, registró ayer la petición de comparecencia en comisión o Pleno de la ministra Teresa Ribera para que explique los motivos por los que se ha emitido una Declaración de Impacto Ambiental positiva para la Magda pese a los informes contrarios del Consell.
La reacción de Ximo Puig
Dl polémico megaproyecto solar Magda se ha hablado incluso en Berlín. El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, que ayer visitó la feria alemana Fruit Logistica se refirió también a la planta solar y aseguró que «la descarbonización es incuestionable, pero hay que hacer las cosas adecuadamente».
A preguntas de los periodistas, el jefe del Consell remarcó que no tenía «toda la información sobre este proyecto», pero reiteró su voluntad de conciliar el interés paisajístico con el impulso de las energías renovables. «Ante esta cuestión no se puede ser neutral: o renovables o combustibles fósiles, pero hay que hacer las cosas bien», abundó.
El Consell busca opciones para reducir el impacto de la Magda
El rechazo a la planta solar Magda, el primer macroproyecto fotovoltaico de Castellón en recibir el sí del Gobierno, es prácticamente unánime y la Generalitat Valenciana está trabajando ya en varias alternativas para reducir el impacto que va a tener la instalación de una nueva línea de muy alta tensión (MAT) y que irá desde les Coves hasta Almassora.
Aunque la última palabra la va a tener el Ministerio para la Transición Energética (al tratarse de un proyecto de más de 50 megavatios de potencia la tramitación es competencia del Gobierno), la Conselleria de Política Territorial ha abierto ya un diálogo con el departamento que dirige Teresa Ribera y ha empezado a estudiar varias opciones con el objetivo de minimizar el impacto de la nueva MAT, que tendrá una extensión de casi 53 kilómetros y atravesará once municipios de la provincia. Entre las posibilidades que se barajan destaca la construcción de más subestaciones eléctricas, (lo que permitiría acortar la longitud de la línea) o que gran parte del trazado vaya soterrado. «Estamos trabajando para que la descarbonización sea una realidad lo antes posible, pero también para reducir el impacto del proyecto», explican fuentes del departamento que dirige Rebeca Torró.
La Conselleria busca alternativas y la directora general de Política Territorial i Paisaje, Rosa Pardo, no ha ocultado su desacuerdo con la decisión del Gobierno. «No nos convence. De los informes de Territorio y Paisaje la DIA omite la desaparición de paisajes de gran valor, la reducción de la conectividad y la ocupación de suelos de recarga de acuíferos», ha dicho a través de sus redes sociales.