El uso de drones agrícolas llega a Castellón para dar rentabilidad

Una empresa de reciente creación en Almassora presenta sus servicios aéreos

Son más precisos a la hora de aplicar los tratamientos y en la vigilancia del campo

Empresas, cooperativas y asociaciones agrícolas de la provincia asistieron a la demostración del uso de los drones.

Empresas, cooperativas y asociaciones agrícolas de la provincia asistieron a la demostración del uso de los drones. / JOSÉ MARÍA NOTARI

Cualquier alternativa a los usos tradicionales del campo que pueda ofrecer una mayor rentabilidad al trabajo agrícola, de partida, capta toda la atención de los profesionales del sector. Así fue, al menos, en la presentación organizada por una empresa de Almassora de reciente creación, que se ha especializado en las aplicaciones agrícolas --entre otros aprovechamientos--, de esta tecnología aérea teledirigida.

Eolobots, nombre de la mencionada empresa, invitó a cooperativas, asociaciones de agricultores, entidades vinculadas con el campo, policías locales y ayuntamientos de municipios como Almassora, Burriana, BetxíAlfondeguillaNulesOnda o la Vilavella, cuyos representantes pudieron ver sobre el terreno hasta qué punto los drones pueden mejorar diversas labores agrícolas como la pulverización, el abonado, la identificación y control de plagas y el estudio del estado de las parcelas, por citar algunas de las opciones.

Entre los asistentes, pese al habitual escepticismo que suele generar cualquier avance tecnológico en un ámbito tan tradicional, la respuesta común fue que «cualquier posibilidad de reducir costes y ser más eficientes es positiva», señaló uno de los asistentes. Aunque también hubo dudas, como que si los tratamientos aplicados desde el aire pueden ser efectivos cuando hay que tratar la tierra. La respuesta de los técnicos es positiva. «La potencia de las hélices permite que cualquier aplicación entre por arriba y por abajo de los árboles», indican.

LAS VENTAJAS DE MODERNIZARSE

El agricultor no debe aprender a manejar drones. Eolobots explicó que son una empresa de servicios, por lo que igual que ahora se contrata a personal de manera puntual para realizar determinadas tareas, se puede hacer lo mismo con los drones, con las ventajas de que «no compactamos el terreno, no se rompen las ramas por el contacto y el paso de maquinaria o personas y no hay ningún tipo de afección para la fruta». Además, «en los tratamientos, no se gasta tanta agua y en caso de lluvia no hay que esperar a que el terreno se seque para trabajar», explican.

El inconveniente, hoy por hoy, es que la normativa no permite aplicar fitosanitarios desde el aire «a pesar de que con los turbos se realizan también por pulverización, aunque sea desde tierra». En cualquier caso, precisan que «con permisos especiales, sí que podemos hacer esos tratamientos».

Otra aplicación de interés es la que tiene que ver con la vigilancia. El dron policial que presentaron cuenta con una cámara con alcance de 1.200 metros, que puede capturar una matrícula a esa distancia;tiene visión nocturna y cámara térmica, así como un telémetro «que calcula la distancia de cualquier persona y objeto» y permite «traquetear el objetivo, de manera que el dron pueda seguir a un ladrón y no dejarle escapar, facilitando así su identificación y detención», afirman desde la empresa de Almassora. Y estas son solo algunas de las posibilidades para una agricultura del s. XXI.