Sin presiones, ni recogida de avales puerta a puerta, dos elementos tradicionalmente presentes en los procesos de renovación de cargos en el PSPV cuando el escenario es de primarias. Así es como Diana Morant, la nueva secretaria general del partido ha logrado movilizar a los militantes de Castellón , que han reforzado su figura con la sustanciosa cifra de 1.010 avales, pese a que el hecho de que era la única aspirante hacia innecesario el esfuerzo.
Entre los firmantes han estado los principales cargos socialistas castellonenses, aquellos que habían declarado su respaldo a la también ministra de Ciencia --la apuesta de Ferraz y también del morellano Ximo Puig--, desde el principio, como el líder provincial, Samuel Falomir; pero también otros que se habían significado claramente del lado de quienes quisieron competir con Morant, como el caso de Ernest Blanch.
Esta movilización tiene que ver, por un lado con escenificar y dejar lo más claro posible el apoyo del territorio a la ganadora que, no obstante, ya ha integrado en la ejecutiva a sus oponentes iniciales, Carlos Fernández Bielsa y Alejandro Soler. De hecho, servirá para esgrimir la reivindicación del mayor peso posible para Castellón en la nueva dirección.
El camino hacia el relevo en el PSPV: Quién es quién en Castellón
Por otro, el tirón de la ministra, objeto de las bendiciones de Pedro Sánchez, sí tiene entidad propia, como lo tuvo la elección de este último en 2017, aunque en aquel caso, el aparato que hoy está con Morant, iba en contra de quien ahora ocupa la Moncloa.
La siguiente batalla
Con la secretaría general decidida, así como el papel de Soler como presidente y de Bielsa como vicesecretario, la batalla ya en marcha se orienta hacia la elección de los delegados que acudirán al congreso de marzo en Benicàssim en representación de las agrupaciones socialistas de la Comunitat. Votarán el informe de gestión de Puig, pero también la renovación de los órganos y de la ejecutiva de Morant, que no debería obtener menos del 91% de los votos que recibió Puig cuando se presentó en solitario.
Más allá de la puesta en escena de los avales, las distintas sensibilidades tratarán de hacerse con el mayor número de representantes.
En el anterior escenario de primarias se estimaba que el respaldo a la ministra rozaba el 70% en Castellón, mientras que el resto iba para los partidarios de Bielsa y Soler. Ahora el plan será, con toda probabilidad, todos juntos pero no revueltos para arañar el máximo poder en el nuevo orden. En el congreso del 2021 en Benidorm, Castellón contó con 48 delegados, cifra que puede variar en función del censo de militantes.