Aquel final de mayo en 1978 tuvo un marcado carácter sindical en Castellón. Y todo ello rodeado de un extraordinario ambiente político en un país, España, que decidía su futuro en el Parlamento con el debate de la Constitución. Los españoles, en este contexto, no salían para sorpresas, y en aquella semana de mayo, ya a las puertas de un verano que se prometía caluroso, los partidos políticos que conformaban las primeras cortes democráticas entraron en colisión abandonando Alianza Popular la comisión constitucional ya que consideraron sus líderes, llamados entonces los siete magníficos, todos antiguos ministros de Franco como Manuel Fraga o Laureano López Rodó, que la UCD había pactado la Constitución con el PSOE a espaldas de las demás formaciones políticas. Y todo porque la Constitución Española se cocinó por las noches en las reuniones que periódicamente mantuvieron el vicepresidente del Gobierno, Fernando Abril Martorell y el secretario general del PSOE, Alfonso Guerra. Estas negociaciones, a puerta cerrada, con nocturnidad y sin luz y taquígrafos, molestó a los antiguos dirigentes de Alianza Popular que llegaron a calificar los encuentros de "conjura ucedeo-marxista".

Por otra parte, la UCD, pese a estas reuniones, mantuvo un forcejeo permanente con sus oponentes socialistas que llevaron a más de un conflicto al ejecutivo de Adolfo Suárez, quien se vio obligado a reunirse, este vez con toda la publicidad, con Felipe González, el joven secretario general socialista. Era necesario templar los ánimos y avanzar en el debate constitucional para tener la carta magna finalizada antes del mes de diciembre.

Y con aquel ambiente, la izquierda se movilizó para demostrar su fuerza en la provincia de Castellón, donde disfrutaba de importantes feudos como era Vall d´ Uixó, un municipio en crisis a consecuencia de la situación que se vivía en su principal industria, Calzados Segarra, entonces incautada por el Estado. Y así se celebró la fiesta del Partit Comunista del Pais Valenci , que reunió a centenares de militantes venidos de todas las comarcas valencianas en el camping Bonterra de Benic ssim, que paradógicamente gestionaba uno de los dirigentes de la derecha de esta localidad, Juan Bonet. La fiesta contó con la presencia del dirigente del PCE, Gregorio López Raimundo, quien compartió la tribuna de oradores como Antonio Palomares, nuevo conseller comunista en el Gobierno de Josep Lluis Albinyana y de Emerit Bono. En el apartado lúdico, actuaron el cantaor flamencoAntonio Fuentes y los poetas Olivier Hernández y José Cifuentes. También ofrecieron lo mejor de su arte los cantautores Ramón Cantalapiedra y el popular Paco Muñoz, quien entonó su éxito "Que vos pasa valencians". Para los niños actuaron los pallasos castellonenses, Mel i Xispa, que igual participaban en una fiesta política que actuaban en una presentación de gaiata.

Este encuentro coincidió con la celebración del I Congreso de Comisiones Obreras del Pais Valenciano que se llevaba a cabo en la legalidad. El cónclave se reunió en la Pérgola, algo impensable hasta hacía solo un año cuando se celebraron las primeras elecciones generales. El congreso sirvió para consolidar como líder de CC OO en el País Valenciano a Antonio Montalbán, un obrero metalúrgico valenciano que ha liderado la central sindical hasta bien entrados los años noventa. También entraron en el comité ejecutivo del sindicato Julián Cubedo, Miguel Pascual, Amparo Llop, Miguel Segarra, Joaquín Jordán y el vallero Vicente Zaragoza. Otros dirigentes de Comisiones que se integraron en la dirección fueron Felipe Tornero, Manolo Canós y Manuel Moret, quien más de 20 años después sería portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Valencia.