En estos días de finales de junio los pequeños comerciantes nos encontramos una vez mas con la problemática de la campaña de rebajas de verano. Por un lado nos fijamos con recelo en las ofertas que las grandes superficies ponen en marcha y, por otro, nos lamentamos de ver cómo pequeños comercios deben sumarse a esta iniciativa, muchas veces con poca efectividad en su resultado. ¿No pensáis comerciantes que deberíamos usar sus mismas armas? No tenemos más que fijarnos en lo sucedido en otras ciudades, al final siempre es el pequeño comercio el que acaba adaptándose a los cambios. Valga esto también para sensibilizar a la Administración que debe apoyar, cooperar y reglar las iniciativas que desde el comercio se intentan poner en marcha.