El colegio Liceo vivió el pasado sábado una jornada muy especial. Los alumnos de 4° de ESO se despidieron del centro educativo en una emotiva cena celebrada en el Hotel de cinco estrellas de Marina d´Or.

Como ya viene siendo habitual, la despedida de los mayores del centro supuso una gran fiesta. No faltó nadie. Y es que la ocasión lo merecía. Muchos de los alumnos llevaban diez años en el centro. Se han formado como personas en el Liceo y, por este motivo, en su despedida, estuvieron arropados por todos los profesionales que integran esta cooperativa de trabajo.

Todos ellos, contribuyeron a la gran fiesta de la familia del Liceo. Los alumnos recibieron sus orlas conmemorativas, hubo discursos por parte de los alumnos en los que no faltaron las palabras de agradecimiento por la atención y por la educación recibida en el colegio. Mención especial merece la alocución de una ex alumna muy especial, Patricia Salvador, la tutora de 4° de ESO que cursó todos los estudios en el propio Liceo. Pero hubo mucho más: la cena de bufet libre, baile y, por encima de todo, buen ambiente. Tanto es así, que la fiesta se alargó hasta bien entrada la noche. La ocasión lo merecía y la organización estuvo impecable.

De este modo, los alumnos de 4° de ESO recordarán siempre la fiesta de final de curso en la que se despidieron del Liceo. Han sido años de esfuerzo académico, de forjar amistades, de vivir experiencias hasta llegar a este momento en el que la decisión de seguir con los estudios o entrar en el mercado laboral es el siguiente paso.

Y es aquí donde más orgulloso está el colegio Liceo. Durante este tiempo, el personal docente del colegio ha tratado de preparar a los alumnos para este día y, llegado el mismo, considera que los alumnos tienen suficientes herramientas para afrontar con garantías el futuro.

Pero no fue ésta la única fiesta que celebró el Liceo. Unos días antes, en El Pinar, la gran familia del Liceo celebró el final de curso en una jornada en la que pequeños y mayores, familiares y profesores, todos juntos, disfrutaron de una divertida convivencia en la que no faltaron los espectáculos, la paella monumental ni otras actividades que contaron con la participación de la asociación de padres de alumnos, la colaboración de los alumnos y la supervisión de profesores y tutores.