El juzgado tramita la declaración de fallecimiento de uno de los desaparecidos en el accidente del aerotaxi al que se le perdió la pista cerca de las islas Columbretes el 10 de octubre del 2001.

El juzgado de primera instancia número 2 de Castellón ha iniciado la tramitación del expediente sobre declaración del fallecimiento de Cristóbal Mampel Galland, natural de Barcelona, desaparecido en accidente aéreo el 10 de octubre de 2001. En el edicto, publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado, la magistrada juez Mercedes Galotto hace constar que no se tienen noticias del mismo desde la fecha del siniestro.

Mampel, que nació un 27 de septiembre de 1957, era uno de los ocupantes del turbohélice de la compañía Flightline, con sede en Barcelona, que desapareció el 10 de octubre de 2001 mientras sobrevolaba el Mediterráneo a unas 52 millas del archipiélago de las Columbretes, cuando se dirigía a Orán.

El próximo domingo se cumplirán tres años del grave accidente. A las 10.20 horas del 10 de octubre de 2001, este avión despegó del aeropuerto de El Prat. Media hora después, el piloto de la nave contactó con la torre de control del aeropuerto de Manises para solicitar un cambio de rumbo y esquivar así la gota fría que cubría parte del litoral mediterráneo. Los controladores autorizaron el desvío y poco después el avión desapareció del radar.

Las tareas de búsqueda se centraron a unas 52 millas al sur de Columbretes, en aguas de Baleares. Tras dos días de intenso rastreo, los equipos de búsqueda de la aeronave localizaron los primeros restos del aerotaxi a unos 60 kilómetros de la costa de Burriana, en aguas de Castellón.

Los aviones y helicópteros localizaron trozos pequeños de chapa de madera y plástico del interior de la cabina de un avión del modelo desaparecido. En ellos figuraba inscrita una numeración que sirvió para identificar el modelo de aerotaxi y dónde fue fabricado.

Los rastreos continuaron durante dos días más. Sin embargo, el 13 de octubre dieron por concluidas las tareas de búsqueda tras descartar la posibilidad de hallar a algún superviviente del accidente. Durante los rastreos se recuperaron restos de la aeronave dispersos en un radio de unas 10 millas náuticas al noroeste de las Columbretes, en aguas de Castellón.

El avión desaparecido tenía una caja negra que debería haberse activado al caer al mar, pero que, por alguna razón, no lo hizo.