La orden de 31 de enero de 1995 establece que la responsabilidad de redactar los planes de autoprotección recae en los centros docentes. El plan debe someterse a una serie de homologaciones a cargo de los ayuntamientos (Protección Civil y Bomberos) y, posteriormente, se deben remitir a la dirección territorial de Educación, que debe aprobarlos. Durante el primer trimestre de cada curso, además, debe hacerse un simulacro de evacuación de forma sorpresiva. Por la información que aportan nuestros asociados sabemos que en general los planes no están ni mucho menos homologados. Y, si lo están, este simulacro no se produce. Por ello, exigimos a la administración información acerca de en qué situación están los centros, si cuentan con planes de autoprotección redactados y homologados y que les exija practicar el simulacro de evacuación durante el curso. Creemos necesario crear una dinámica de autoprotección.

Presidenta FAPA Penyagolosa.