En 1998, la Unesco declaraba el arte rupestre levantino Patrimonio de la Humanidad y, entre todas las muestras de este tipo de pinturas, las de la Valltorta ocuparon pronto un papel destacado. Es por ello que, inmediatamente después de su declaración, se empezó a hablar de la constitución de un parque cultural en el barranco de la Valltorta-Gasulla que permitiera poner en valor toda la riqueza patrimonial y arqueológica de la zona. Hoy, el parque cultural sigue pendiente de su declaración y el barranco aguarda todavía a que se haga de una vez efectiva la promesa de su potenciación como turismo cultural.

Aun así, el director del museo de Tírig, Rafael Martínez, insiste en que el parque cultural "está muy avanzado" y que será una realidad "esta legislatura". El anuncio, sin embargo, suena a viejo: en enero de 1999, la entonces directora general de Patrimonio, Carmen Pérez, anunciaba el proyecto para marzo de ese mismo año; dos años más tarde, en el 2001, Carmina Nácher, que la sustituía en el cargo, hablaba de un primer borrador en redacción; en enero del 2005, el actual conseller de Cultura fijaba el final del proceso para "los próximos meses". Ahora, al parecer, y según las previsiones de Martínez, este año podría quedar redactada la ley de parques culturales, aunque todavía habrá que esperar a su aprobación y a la posterior constitución del parque de la Valltorta-Gasulla.

No obstante, el director del museo considera que, una vez aprobada la ley, los plazos para la creación de esta figura de protección no se alargarían mucho y, en cualquier caso, advierte que el proyecto "no está parado". "Se ha finalizado la catalogación de bienes y la propuesta de delimitación del parque", explica Martínez, entre otras de las actividades realizadas.

Uno de los motivos de la demora, esgrimido por el propio director del museo, es el cambio de figura jurídica para la creación del parque. Así, si en un principio se empezó a redactar "un reglamento", ahora se trabaja en la elaboración una ley. En este sentido, Martínez indica que "el parque cultural va a tener rango de ley porque es más útil". Sin embargo, también señala a los cambios introducidos por la LOT como una de las circunstancias que habrían motivado el cambio de figura jurídica y, por tanto, la demora en la redacción del proyecto.

Para la elaboración del texto legislativo, además, los técnicos de la Generalitat han querido conocer de cerca la regulación de esta figura en otros lugares, como Aragón, "donde los parques culturales funcionan muy bien". Se trata, en cualquier caso, de constituir un organismo que permita "poner en valor" el rico patrimonio "no sólo de arte rupestre, sino también de arquitectura y medio ambiente" de la Valltorta-Gasulla, así como "fomentar su uso como turismo cultural". La promesa se repite en términos similares desde hace ya siete años.