La intensidad de la lluvia de ayer provocó momentos de caos en la provincia. Aunque en poca cantidad, la rapidez con la que se presentó la tormenta causó múltiples accidentes de tráfico, aunque sólo originaron daños materiales en los vehículos, además de las consecuentes largas colas.

Concretamente, en la A-7, a la altura de Almenara, la lluvia y el granizo provocó un accidente que causó largas retenciones dirección Castellón. También la Guardia Civil informó que, al mediodía, cuando se concentró la mayor cantidad de lluvia tuvieron lugar hasta 12 accidentes en la AP-7.

Sin embargo, el mayor de los sustos lo vivieron los vecinos de la finca situada sobre la sucursal del Puerto de la Caja Rural Sant Josep de Burriana. "Entró un rayo por el pararrayos de la finca contigua y se propagó por los hilos de tender, bajó por la fachada a través de la conducción de gas y reventó en el primer piso provocando una fuerte llamarada a modo de mechero", explicó Pepe Branchadell. Los propios empleados de la Caja Rural apagaron la llama con un extintor, aunque continuaba saliendo gas y fueron los bomberos quienes cerraron las llaves de paso. Informa G. Ríos.

Por otra parte, la lluvia caída en Benicarló causó problemas en determinados espacios de su término municipal. Uno de los más importantes fue el paso subterráneo de la N-340, ubicado junto al cuartel de la Guardia Civil. Los operarios estuvieron trabajando en este punto para restablecer el tráfico. Informa B. Roig.

Por lo que se refiere a los litros, la máxima se registró en Catí, con 35,4 litros; seguido de Morella, con 28 litros; 27,78 en la Pobla de Benifass ; Vila-real registró 21; 15,4 litros cayeron en Benafigos; 11 en Altura; y 10,8 en Castellón ciudad.

Para el día de hoy se esperan intervalos nubosos con chubascos dispersos y ocasionales, en general débiles.