El pleno de la Diputación Provincial aprobó ayer, con los votos a favor del PP y en contra del PSOE y Bloc, una moción de rechazo al nuevo Estatuto de autonomía para Cataluña. El presidente de la Diputación, Carlos Fabra, argumentó que el "nuevo texto catalán nos afecta negativamente a los castellonenses".

Haciendo un alarde de "españolidad" y "valencianía", Fabra se arrogó la responsabilidad de defensa de la moción, porque "no podemos consentir que con el nuevo texto nos quiten el agua y no sabemos si tendremos TAV". Defendió la Constitución del 78 que, en palabras de Fabra, "es cuestionada por el nuevo Estatuto catalán".

El presidente de la Diputación contestó así al portavoz del Bloc, Josep María Pañella, quien acusó al PP de "plantear una moción sobre el Estatuto catalán y no sobre el valenciano". El PSOE no quiso entrar a debatir, "para no entrar en la ceremonia de la crispación".

Por otra parte, el grupo socialista de la Diputación, por medio de Enrique Navarro, denunció ayer que "seis municipios del PP --Castellón, Betxí, Cirat, Navajas, la Torre d´en Besora y San Rafael-- incluidos en el Plan de Obras y Servicios del 2006 tienen deudas con la Diputación, mientras que el año pasado dos ayuntamientos socialistas, Almenara y la Vall d´Uixó, quedaron fuera del plan, precisamente por ser deudores". "Al PP, de vez en cuando, le sale la vena partidista y la utiliza para elaborar los POYS", concretó.